Simon Clarke, que estaba sin equipo el pasado invierno, casi resignado a dejar el ciclismo, recompensó al Israel la oportunidad que le dio con su primera victoria en el Tour en la quinta etapa entre Lille y Wallers-Arenberg, con 157 kilómetros, 19,4 repartidos en once tramos de pavés que aprovechó Tadej Pogacar para dar un paso importante en el camino a su tercer Tour consecutivo al superar a todos sus rivales.

El esloveno afrontaba la etapa más complicada para él porque UAE ha comenzado muy mal el Tour y no iba a tener ayuda en caso de sufrir algún percance. Por eso decidió pasar todos los tramos de pavés en los primeros puestos del pelotón para evitarlos y se marchó con Jasper Stuyven a falta de 20 kilómetros para intentar aprovechar todas las desgracias que tuvo el Jumbo.

Primero se cayó Van Aert, que acusó el golpe y entró muy retrasado en los primeros tramos de pavés; luego tuvo una avería Vingegaard, que se equivocó al querer cambiar la bicicleta con un compañero más alto en lugar de esperar al coche; y además Roglic sufrió una caída provocada por una protección suelta en una curva que motivó el abandono de otro favorito, Jack Haig.

El Jumbo, el equipo más fuerte en el inicio del Tour, tuvo que dividir a los corredores con sus líderes y Van Aert, con la ayuda de Laporte, pudo salvar el maillot amarillo tras sacrificarse para alcanzar al grupo perseguidor de Pogacar y logró que Vingegaard solo perdiera 13 segundos con el esloveno del UAE como la mayoría de los favoritos cuando llegó a estar a un minuto. A pesar de la ayuda de Benoot y Van Hooydonck, Roglic cedió 2:08 con Pogacar con un hombro tocado. Peor le fue a O’Connor, cuarto del año pasado, que llegó a 3:21 tras un pinchazo.

ESCAPADA CON PREMIO

La victoria de etapa se decidió en una escapada en la que entró, como en todas de este Tour, Magnus Cort Nielsen (EF), junto a su compañero Neilson Powless, Boasson Hagen (Total), Clarke (Israel), Van der Hoorn (Intermarché) y Gougeard (B&B). Los cinco primeros resistieron la batalla entre los favoritos y Simon Clarke superó al final a Van der Hoorn tras aprovecharse de la pelea de Powless y Boasson Hagen por un amarillo que no lograron ninguno de los dos.

El australiano sumó así a los 35 años la victoria más importante de un palmarés que en invierno casi veía cerrado con sus dos etapas en la Vuelta de 2012 y 2018 al quedarse sin equipo por la desaparición del Qhubeka. A última hora, el Israel le dio la oportunidad y le ha recompensado con la victoria más importante del equipo de Froome, Fuglsang y Woods y con 120 puntos UCI vitales en su lucha por seguir en el World Tour en el futuro.

El Tour afronta hoy la etapa más larga de esta edición entre Binche y Longwy, de 220 kilómetros, antes del primer final en alto de mañana en La Planche des Belles Filles.