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TOUR 2022

Matthews suma su triunfo más brillante y Vingegaard aguanta bien a Pogacar

El australiano fue el más fuerte de una escapada de mucho nivel y logró la victoria tras atacar a 53 de meta y resistir la llegada de Bettiol en la dura subida final a Mende. El esloveno aceleró y no paró en toda la ascensión, pero el danés se soldó a su rueda.

Michael Matthews tuvo tiempo para celebrar una victoria muy especial. (Anne-Christine POUJOULAT AFP)

Michael Matthews (BikeExchange) logró ayer la victoria más meritoria de su vida en la decimocuarta etapa del Tour entre Saint-Etienne y Mende, de 192,5 kilómetros y 3.450 metros de desnivel, al ser el más fuerte en una fuga de 23 corredores de gran nivel. Fue el primero en buscar una selección con un ataque en solitario a 53 de meta y todavía tuvo fuerzas tras ser superado por Alberto Bettiol en la última subida para reaccionar y entrar en solitario a la meta sin esperar a una llegada al sprint.

El australiano sumó a los 31 años su cuarta victoria en el Tour, la más meritoria por la dureza del recorrido y por la forma en la que la consiguió tras sumar dos segundos puestos en llegadas más propicias para él. Había ganado en 2016 en Revel al sprint a corredores del nivel de Peter Sagan, Boasson Hagen y Van Avermaert, al que también superó en otra llegada de fuerza en Rodez en 2017, cuando se impuso en Romans-sur-Isère en otro sprint de un grupo selecto. Pero lo de ayer fue algo espectacular.

La victoria de etapa se disputó en una fuga de 23 corredores tras mucha batalla para formarla desde el inicio con Marc Soler (UAE), Daniel Felipe Martínez (Ineos), Cosnefroy (Ag2r), Grossschartner, Kämna y Konrad (Bora), Muhlberger (Movistar), Geschke (Cofidis), Luis León Sánchez (Bahrain), Küng y Pinot (Groupama), Urán, Bettiol y Powless (EF), Kron (Lotto), Mollema y Simmons (Trek), Fuglsang, Woods y Neilands (Israel), Matthews (BikeExchange), Bonnamour (B&B) y Meintjes (Intermarché), el mejor situado en la general, decimotercero a 15:46.

Matthews atacó a 53 de meta y provocó un corte con Grossschartner, Luisle Sánchez y Kron, que luego se quedó descolgado por un pinchazo. Los tres primeros llegaron con medio minuto a la dura subida final de la cota de Croix Neuve, de Segunda, con tres kilómetros al 10,2%, en la que Alberto Bettiol atrapó al australiano a 1.500 metros del alto y tres de la meta y lo superó. Pero Matthews no cedió, aguantó a unos metros y no quiso coger su rueda para intentar ganarlo al sprint. Lo remachó y llegó en solitario con quince segundos al italiano.

Michael Matthews dio así la segunda victoria a un BikeExchange que necesita puntos para asegurarse su continuidad en el World Tour tras la lograda por Dylan Groenewegen en Dinamarca. Sin un corredor para la general, el equipo australiano ha apostado por las etapas y ya ha ganado dos y ha sumado tres segundos puestos al sumarse el de Nick Schultz a los dos conseguidos por Matthews. Resultados que dan 390 puntos UCI muy valiosos.

POGACAR AL ATAQUE.

En el grupo de los favoritos Jumbo apretó demasiado para mantener el amarillo de Vingegaard porque Meintjes llegó a tener catorce minutos de ventaja. Su empeño dejó por delante a una veintena de corredores, entre los que aguantó Jonathan Castroviejo, y ese ritmo provocó que solo Sepp Kuss llegara con su líder a la subida final.

Pogacar, que ya intentó sorprender al danés en el inicio de la etapa, atacó desde lejos e insistió, pero Vingegaard aguantó todos sus intentos. Los dos llegaron juntos a la meta a 12:34 del ganador con 17 segundos a David Gaudu, Geraint Thomas y Nairo Quintana, 22 a Adam Yates, 26 a Aleksandr Vlasov y 28 a Romain Bardet y Enric Mas.

Jonas Vingegaard dijo sobre los intentos de Pogacar en la subida final que «ha hecho buenos ataques, pero lo esperaba. He podido seguirlo y eso me da mucha confianza. No ha sido fácil, nunca lo es en el ciclismo a este nivel, pero estoy contento de haber resistido».

El danés tiene claro que el esloveno «no va a contentarse con el segundo puesto y estoy preparado para que ataque en cada instante». Tampoco descarta para ampliar su renta: La ventaja puede parecer grande, pero que con todo el terreno que queda más la contrarreloj, puede que no lo sea. Si hay oportunidad atacaré».

Pogacar señaló que «nuestra estrategia es estresar a Vingegaard y al Jumbo todo lo que podamos. Creo que eso ha funcionado. Por experiencia sé que llevar el maillot amarillo supone mucha presión en las espaldas, porque te obliga a defenderte más que a atacar. Mientras ellos controlan el pelotón, nosotros podemos economizar fuerzas para planificar futuros ataques».

Añadió que «no sé si me temen, pero están todo el rato a mi rueda y no me dejan escaparme. Cuando lo he intentado en el inicio de la etapa les he obligado a un esfuerzo».

La decimoquinta etapa llevará hoy a los corredores desde Rodez a Carcassonne, con 202,5 kilómetros, 2.400 metros de desnivel y dos cotas de Tercera antes de la jornada de descanso y el asalto en la tercera semana a los Pirineos.