El primer ministro italiano, Mario Draghi, cuyo Gobierno atraviesa una grave crisis que se espera se resuelva mañana en el Parlamento, adonde acudirá a explicar la crisis gubernamental, con su irrevocable dimisión -presentada el jueves y rechazada por el presidente, Sergio Mattarella- o el anuncio de su continuidad en el cargo, participó ayer en Argel en la IV cumbre bilateral italo-argelina, centrada en la alianza energética después de que Argelia haya sustituido a Rusia como principal proveedor de gas de Italia.

La primera garantía se materializará hoy con la firma de un acuerdo por valor de 4.000 millones de dólares «que permitirá a Argelia suministrar cantidades muy importantes de gas natural», aseguró ayer el presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, quien precisó que se firmará con las empresas de hidrocarburos Occidental, Eni y Total.

La empresa argelina Sonatrach adelantó hace cuatro días que aumentará sus envíos de gas a Italia a partir de la próxima semana con 4.000 millones de metros cúbicos adicionales, que se suman a los cerca de 14.000 millones suministrados en lo que va de año. El aumento representa un 113% de los volúmenes previstos y Argelia espera aumentar hasta los 6.000 millones de metros cúbicos (adicionales) antes de finales de año para «fortalecer aún más los lazos».

Draghi viajó a Argel -por segunda vez desde abril- a pesar de la crisis política, pero ha reducido su visita a un solo día. Precisamente, uno de los motivos que llevaron a Mattarella a rechazar su renuncia fue este viaje, ante la preocupación por la crisis energética y la urgencia de terminar con su dependencia del gas ruso.

Llamadas a la continuidad

Mientras tanto, las llamadas a que Draghi no anuncie su dimisión irrevocable en el Parlamento aumentan en el país, provenientes tanto de la política como de la sociedad civil. Rectores de universidades y asociaciones, movimientos y organizaciones sociales se han sumado a las peticiones que ya habían lanzado alcaldes y empresarios, junto a movilizaciones on line y hasta anuncios de pago en periódicos.

Los partidos que apoyan a Draghi intentan que el primer ministro continúe, aunque su marcha es inevitable, según fuentes de su entorno, después de que uno de sus principales socios de Gobierno, el Movimiento 5 Estrellas (M5S), le retirase su apoyo al no votar un importante decreto sobre ayudas para paliar los efectos de la inflación en el Senado.

Aunque parece improbable que Draghi continúe, nada es descartable en la política italiana y los partidos que le apoyan se afanan en hacerle cambiar de idea, pese a las dificultad de lograr consensuar una posición común, según medios locales. El Partido Demócrata, que intenta convencer al M5S que se mantenga en el Ejecutivo, e Italia Viva creen que el Ejecutivo debe seguir con la misma composición, mientras que Forza Italia y la Lega opinan que el M5S debe ser excluido.

Paralelamente, el líder del M5S, Giuseppe Conte, tras provocar esta crisis trata de mediar dentro de su partido, severamente dividido entre quienes quieren seguir gobernando y quienes prefieren estar en la oposición para tratar de reconquistar al electorado perdido antes de las generales.

La dimisión de Draghi conllevaría casi con seguridad la convocatoria de elecciones anticipadas, como pide la única oposición formal al Gobierno, los ultras Fratelli d’Italia (FdI), que lidera desde hace meses todas las encuestas.