Jon ORMAZABAL
PELOTA

Jokin Altuna corrobora en Ermua que vuelve a ser determinante

Acompañado por un Ander Imaz muy sólido, el amezketarra, al que le costó encontrar los ángulos al comienzo del partido, terminó con 14 tantos finalizados en juego, con los que los 8 de un Mikel Urrutikoetxea eficaz de zurda no fueron suficientes.

Altuna resultó determinante al final.
Altuna resultó determinante al final. (Andoni CANELLADA FOKU)

Todavía no hace un mes que Jokin Altuna regresó a las canchas tras un mes y medio de baja, pero en un partido áspero y desigual, jugado en un frontón poco habitual y en el que le costó encontrar los ángulos, el delantero amezketarra corroboró que estas cuatro semanas y, sobre todo, la desconexión y el descanso mental le han servido para volver a ser uno de los pelotaris más determinantes del cuadro profesional, si no el que más. En un Masters con parejas de máxima exigencia, acompañado por un Imaz más sólido, ya mira desde arriba al resto de combinaciones excepto a la formada por Irribarria-Albisu, con la que comparten lo más alto de la tabla.

Algo nada inhabitual en unas fechas en las que la acumulación de esfuerzos comienza a pasar factura, el estelar de Ermua resultó desigual por parte de los cuatro, con fases mejores y peores en ambos bandos, pero con Jokin Altuna ejerciendo de finalizador cuando el partido lo exigía.

El mejor en el arranque fue, sin duda, un Mikel Urrutikoetxea que comenzó con dos ganchos milimétricos y que se mostró letal con su zurda. Los otros tres pelotaris tuvieron más vaivenes, especialmente un Beñat Rezusta al que además no se le vio fresco y no dominó a Imaz como se podía esperar. El sábado jugó en Errenteria ante Ezkurdia-Zabaleta y hoy vuelve a estar programado en Ordizia junto a Altuna ante el de Etxarren y otro pegador como Irribarria.

Con todo, el acierto de Urrutikoetxea, unido a los errores de Altuna, que no terminaba de tomarle las medidas al frontón de Ermua, y de Imaz que para el 7-6 ya había cometido los dos errores que se permitió en todo el partido, dieron la primera renta amplia a los colorados en el 10-7.

ENCONTRÓ LA SOLUCIÓN.

Sin embargo, la decoración del partido cambió por completo desde ese instante. El delantero guipuzcano interiorizó que su zaguero no necesitaba tanta ayuda, que era capaz no ya solo de aguantar a Rezusta, sino de enseñarle la espalda y, eligiendo mejor las pelotas a las que entrar, se adueñaron del partido. Si hasta entonces Altuna III solo había sido capaz de terminar uno de los siete tantos que reflejaba su marcador, en la segunda parte se puso las botas.

Si la derecha lleva semanas dando muestras de frescura, gozó todos los sotamanos que intentó, con mención especial para el que soltó para abrir huecos en el 10-12, la zurda también va calibrándose a las rayas de los frontones. Ayer le costó un poco encontrar los ángulos, pero una vez que lo hizo, estuvo intratable. Comenzando desde el saque-remate, el amezketarra estuvo inspiradísimo, si bien todavía le queda margen de mejora, vuelve a ser determinante.