Atarrabia acoge desde ayer la XXVI edición del Hatortxu Rock, un evento musical multitudinario, de solidaridad con los presos y presas vascas y sus familias, de compromiso con su libertad y con la de Euskal Herria. HTXRock es algo más que un festival. Es una explosión frenética de vitalidad popular, sostenido por la labor de más de 1.500 personas voluntarias y con un público entregado. Partiendo de la música y de la fiesta, ese público y las bandas dan aliento y solidaridad a las organizaciones de apoyo a los presos y a sus familiares. Frente a los poderes que quieren que la situación de los presos políticos se convierta en un cuello de botella por el que solo se puede pasar arrodillado o con los pies por delante, ante quienes quisieran echar las llaves de sus celdas al fondo del mar, HTXRock representa la perseverancia, la capacidad de no rendirse, de no parar de organizarse y activar compromisos hasta lograr que los presos y presas regresen a casa.

El festival vuelve tras dos años y medio de parón por la pandemia. Es una cita especial para miles de jóvenes, que toman contacto con la política a través de la solidaridad con quienes luchan y sufren una injusticia. Con gran variedad de propuestas musicales, dejará perlas que resonarán y complicidades que se reencontrarán para colaborar en nuevos proyectos. La aportación de la música a las causas de la justicia y la libertad es una constante en la historia contemporánea vasca y se renueva de generación en generación.

HTXRock es un patrimonio colectivo que merece ser celebrado por todo lo que mueve y por los valores que promueve. Este ejercicio gigantesco de auzolan no tendría lugar sin el voluntariado, sin la autogestión como apuesta de la organización y los colaboradores. No sería posible sin la conexión con el sentir de un público volcado con la cultura popular, disfrutada en un ambiente de hermandad y respeto, en un espacio que busca ser seguro y libre. Miles de jóvenes compactados en valores compartidos, en una idea de país en el que no haya más represaliados políticos. Hatortxu Rock tiene ese valor inigualable: la promoción de todos esos valores.