Alemania e Inglaterra proponen el mejor final para un gran torneo

Wembley acoge esta tarde (18.00) la final de la Eurocopa, en la que se enfrentan las dos mejores selecciones de la competición. Alemania, que ha ganado todas las finales que ha disputado, busca su noveno título e Inglaterra quiere el primero.

En uno de los mejores escenarios del mundo, ante casi 90.000 espectadores en directo y varios millones a distancia, las dos mejores selecciones del torneo pelean esta noche por el título de campeona de Europa. Parece una perogrullada pero, caprichos de sorteos y cruces, no siempre ocurre. Esta vez no habrá pegas al campeón, como tampoco las hay a las finalistas porque Inglaterra y Alemania han ganado y, cada una a su manera, han seducido a lo largo de toda esta Eurocopa.

En Wembley se encontrarán los dos únicos equipos que han ganado todos sus partidos -aunque las anfitrionas necesitaran la prórroga para derrotar a España en cuartos de final-, los más goleadores (20 han anotado las inglesas, 13 Alemania), los que menos goles han encajado, apenas uno (en cuartos frente a España y en semifinales contra Francia) y los que cuentan con las dos máximas realizadoras del torneo, Beth Mead y Alex Popp. Ambas han igualado ya el récord de seis goles en una edición que establecía Inka Grings en 2009 -cuando Alemania se adjudicó el título imponiéndose precisamente a Inglaterra en la final- y la alemana, además, es la primera futbolista que marca en cinco encuentros consecutivos.

Los nombres propios también hay que buscarlos en los banquillos. Sarina Wiegman, que en su debut como seleccionadora en un gran torneo llevó a Países Bajos a adjudicarse la Eurocopa de 2017 con pleno de victorias y dos años después llegó a la final del Mundial, prolonga su trayectoria en la competición con las cinco victorias al frente de Inglaterra, a la que ha dotado del mismo juego ofensivo y protagonista con el que encandilaron sus compatriotas hace cinco años. Martina Voss-Tecklenburg, por su parte, ha recuperado a la Alemania competitiva y ganadora que tanto se había echado de menos tras la marcha de Silvia Neid, con las frustrantes experiencias de Steffi Jones y Horst Hubresch en el banquillo. Precisamente hoy puede igualar a la que fue su compañera de selección, alcanzando los cinco entorchados europeos: Neid logró tres como jugadora y dos como seleccionadora, mientras Voss, con cuatro en su época de futbolista, aspira ahora a su primera corona en el banquillo. De conseguirla, sería, además, la primera entrenadora que se proclama campeona de Eurocopa por selecciones y por clubes, después de que en 2009 -en la última edición de la que se denominaba Copa Femenina de la UEFA y que se disputaba con final a doble partido- conquistara la máxima competición continental con el Duisburgo. Gane quien gane, el campeón estará entrenado por una mujer por séptima edición consecutiva, sucediendo a la Alemania de Tina Theune (1997, 2001, 2005), la de Silvia Neid (2009, 2013) y los Países Bajos de Sarina Wiegman (2017).

Será la novena final para las alemanas, que han ganado las ocho que han disputado. Y la tercera de Inglaterra, que cayó en 1984, en la primera edición del torneo, ante Suecia en la tanda de penaltis, y en 2009 ante la propia Alemania, con el marcador más abultado de la historia (6-2) en una final de la Eurocopa.

Claro que esta selección es muy diferente a aquellas. La inversión, el trabajo y el tiempo que han dedicado Federación y clubes al fútbol femenino en la última década han convertido a la WSL en una de las Ligas más competitivas del mundo y a Inglaterra en uno de las claras aspirantes a todo. En el Mundial de 2015 se colgó el bronce tras derrotar a Alemania en la final de consolación, cuatro años más tarde la campeona Estados Unidos le dejó fuera de la final y en la Eurocopa de 2017 también cayó en semifinales ante la campeona, Países Bajos. Con Sarina Wiegman, con la que no ha perdido todavía un solo partido oficial o amistoso, el equipo inglés parece haber dado el salto de calidad definitivo que deberá confirmar hoy.

Lo intentará, en principio, con el mismo once que ha utilizado Wiegman en los cinco partidos anteriores y que los aficionados, que han abrazado a su selección con todo el fervor que cabía prever, ya se saben de carrerilla. Voss-Tecklenburg, por su parte, podría repetir la alineación que se enfrentó a Francia en semifinales ya que Klara Buhl sigue de baja por covid, con lo que Jule Brand acompañaría de nuevo a Huth y Popp en el tridente ofensivo.

Con un aforo de 87.000 localidades, Wembley acogerá el partido de Eurocopa femenina con más público de la historia -y la final, masculina o femenina, con mayor afuencia de público-, superando la marca de 68.871 aficionados que se establecía hace casi cuatro semanas en Old Trafford.