Aunque ofreciendo también dos caras diferentes -positiva en el primer tiempo y menos agradable en la última media hora-, Osasuna consiguió doblegar al Feyenoord, poniéndose por delante en el electrónico en la primera parte por mediación de Roberto Torres, viendo cómo su anfitrión le empataba a dos minutos para la conclusión y ganando definitivamente en el descuento con una diana de Kike Barja.

A diferencia de lo que sucedió frente al Groningen, la escuadra navarra saltó al césped con una actitud completamente diferente, buscando poseer el balón y apretando arriba a su rival para hacerle daño con alguna pérdida. Las ocasiones no se hicieron esperar. Entre el minuto 9 y 11, los pupilos de Jagoba Arrasate ya dispusieron de dos claras.

Primero Moi Gómez con una conducción y posterior disparo que salió pegado al palo y después con un remate poco ortodoxo de Kike García a centro desde la derecha de Areso. El cancerbero local, Bijlow, también fue protagonista negativo para los suyos, pues al tratar de combinar con un compañero golpeó el cuero en su propio poste y después se tragó la lejana falta de pícaro de Roberto Torres al pensar que el de Arre iba a centrar cuando en realidad disparó a portería al cumplirse la media hora de juego.

TRACA FINAL.

La segunda parte fue más equilibrada, debido al acoso del Feyenoord en busca del empate, aunque en el primer cuarto de hora bien pudo finiquitar el. partido Osasuna con una doble oportunidad de Kike García, que estrelló la pelota en la cruceta (m.47) y posteriormente, debido a un mal control, acabó rematando con la zurda fuera (m.63).

Los locales fueron apretando a medida que transcurrían los minutos, mientras los rojillos se veían cada vez más encerrados en propia área e incapaces de salir con el balón jugado. Juan Pérez tuvo que emplearse a fondo con una estirada a disparo de Danilo (m.57) y otros dos chuts de los anfitriones se marcharon desviados cuando parecía que ya iban a significar el empate.

Este llegó en el 88. La enésima jugada combinativa neerlandesa finalizó con un remate de Bassett llegando desde atrás que parecía iba a dejar sin la merecida recompensa al intenso trabajo realizado por los rojillos, tanto en el apartado ofensivo como defensivo.

Sin embargo, el descuento iba a traer la alegría en forma de victoria al equipo navarro, al que todavía le quedaron fuerzas para trenzar un lance iniciado con un pase interior de Aimar Oroz a Areso para que este último entrase en el área y, lejos de rematar, ver a un Kike Barja solo en el segundo palo, al que le bastó con empujar el balón a puerta vacía.