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Kansas, el primer estado de EEUU que blinda el derecho al aborto en referéndum

La ciudadanía de Kansas votó el martes de forma abrumadora a favor de mantener intacto el derecho al aborto tal y como está regulado actualmente en la Constitución del estado, en una derrota para los conservadores que buscaban restringirlo. Fue un referéndum especialmente relevante porque podría haber sentado un precedente peligroso.

Activistas a favor del aborto celebran el resultado. (Dave KAUP | AFP)

Alrededor del 60% del electorado del estado estadounidense de Kansas eligió el martes en referéndum mantener el derecho al aborto tal como está regulado actualmente en la Constitución estatal, por lo que seguirá siendo legal hasta las 22 semanas de gestación. Esta derrota para los republicanos, que abogaban su prohibición total con algunas excepciones puntuales, como en Texas, ha evitado un precedente peligroso para las demás legislaciones estatales.

Kansas se convierte así en el primer estado de EEUU en blindar en referéndum el derecho al aborto tras el fallo del Tribunal Supremo que anuló la sentencia Roe contra Wade, eliminando el derecho federal al aborto y otorgando a los estados la facultad de legislar sobre el tema.

La consulta, que coincidió con las elecciones primarias en el estado, podría haber abierto la puerta a que el Gobierno estatal legislase para restringir el derecho al aborto, que finalmente seguirá siendo legal hasta las 22 semanas.

Pese a tener una gobernadora demócrata, Laura Kelly, el estado de Kansas tiene una gran tradición republicana y este partido controla las oficinas del fiscal general, del secretario de estado y ambas cámaras del Legislativo estatal. En las elecciones presidenciales también dominan los republicanos y Donald Trump fue el más votado en las dos últimas elecciones.

Una consulta polémica

El referéndum había sido duramente criticado por las organizaciones civiles, que denunciaron que la pregunta no era los suficientemente clara, en un intento de «desinformar y confundir por parte de quienes se oponen al aborto», según Planned Parenthood.

En el caso de se hubiese impuesto el «sí» a la reforma constitucional, habría sido el Legislativo estatal el encargado de aprobar leyes sobre el procedimiento, que habrían podido imponer una mayor restricción de tiempos o excepciones o una prohibición total, como está sucediendo en otros estados.

No en vano, desde que el fallo del Supremo del 24 de junio acabara con la protección federal del derecho al aborto, muchas mujeres de estados como Texas, Oklahoma y Missouri han viajado a Kansas para poder abortar.

Demanda contra Idaho

Horas antes de la consulta, el fiscal general de EEUU, Merrick Garland, anunció una demanda contra Idaho por considerar que su ley contra el aborto «criminaliza a los médicos» e impide que practiquen con libertad las interrupciones del embarazo cuando la salud de la mujer está en riesgo.

El Departamento de Justicia demandó a Idaho por violar la Ley federal de Trabajo y de Tratamiento Médico de Emergencia, para intentar proteger a los médicos que tienen que intervenir cuando el aborto es «el tratamiento médico necesario para estabilizar la condición médica de emergencia de una paciente».

Se trata de la primera acción del Departamento de Justicia contra un estado desde el fallo del Supremo, y no será la única, según explicó en rueda de prensa el propio Garland.

El fiscal apuntó que el grupo de trabajo sobre derechos reproductivos creado a raíz de la decisión del Supremo se está dedicando a evaluar «el panorama cambiante de las leyes estatales» y ya se están estudiando «litigios adicionales» contra otros estados.

Todo ello para «hacer todo lo posible para garantizar el acceso legal continuo a los servicios reproductivos» en estos «tiempos aterradores e inciertos para las mujeres embarazadas y sus proveedores», apuntó la fiscal general adjunta, Vanita Gupta.

Con esta denuncia se busca poner freno a la ley de Idaho que entra en vigor el 25 de agosto e impone a los médicos la carga de probar en el juicio que no son penalmente responsables, después de ser arrestados y acusados.