China continúa con los ejercicios militares cerca de Taiwán, que comenzó el jueves como respuesta a la visita a isla de la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi.

Las maniobras en seis grandes áreas alrededor de Taiwán, destinadas a entrenar para un bloqueo de la isla, debían finalizar a mediodía del domingo, según la administración de seguridad marítima china, pero siguen adelante, centradas en operaciones conjuntas de asalto marítimo y antisubmarinos», según el Ejército Popular de Liberación. Aviones de combate, buques de guerra, y drones participan en estos ejercicios, que han incluido el disparo de misiles balísticos.

El presidente estadounidense, Joe Biden, mostró su preocupación por la continuidad de las maniobras, pero señaló que «no creo que hagan más de lo que están haciendo».

El Gobierno taiwanés, a su vez, anunció ejercicios militares con munición real esta semana para simular una defensa de la isla contra una invasión.

Después de que China suspendiera la cooperación chino-estadounidense en varios ámbitos, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, calificó la reacción china de «desproporción total» y pidió a Pekín que detuviera sus ejercicios militares.

El Ministerio chino de Exteriores defendió una reacción «legítima, racional y legal» que considera «una advertencia para los partidarios de la independencia de Taiwán». Y pidió a EEUU que «rectifique su error» y que deje de jugar la carta de Taiwán «para obstaculizar (el desarrollo de) China».