Dabid LAZKANOITURBURU
TERMINAN LAS MANIOBRAS CHINAS EN EL ESTRECHO DE TAIWÁN

Las maniobras militares chinas agitan el «statu quo» en Taiwán

Las maniobras militares chinas alrededor de Taiwán, en las que navíos de guerra han rodeado la isla y cazas la han sobrevolado, han escenificado la que sería una verdadera invasión de la isla. Pekín ha impuesto paralelamente sanciones económicas y ha multiplicado los esfuerzos para aislar a Taipei, iniciativas que van a modificar de forma definitiva el «statu quo» en el estrecho de Taiwán.

(Sam YEH AFP)

Varias son las lecciones a retener de los mayores ejercicios militares jamás organizado por China alrededor de Taiwán, en represalia por la visita a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU a la isla.

Un bloqueo total es posible.

Por primera vez, el Ejército chino ha llevado a cabo operaciones en el flanco este de Taiwán, altamente estratégico para el aprovisionamiento de la isla, por la que llegarían eventuales refuerzos militares estadounidenses.

El mensaje es claro: Pekín puede desde ya impedir toda entrada o salida de naves y de aviones civiles o militares.

Desde hace tiempo, los analistas predicen esa estrategia por parte de China en caso de guerra para invadir Taiwán.

Esta crisis muestra que Pekín es capaz de repetir -y de intensificar- acciones similares a voluntad. Pero mantener un bloqueo sería muy costoso, tanto para la reputación de China como para las finanzas de su Ejército. De ahí que muchos analistas colijan que las dificultades económicas actuales del gigante asiático hacen poco probable que asuma el riesgo a corto plazo de una perturbación mayor en el estrecho de Taiwán, una de las vías navegables y comerciales más frecuentadas del mundo.

Un Ejército preparado para 2027.

China ha aumentado y modernizado a velocidad de crucero sus fuerzas aéreas, espaciales y marítimas, con el objetivo de proyectar su pujanza a escala mundial y de reducir la desventaja respecto al Ejército estadounidense.

Las capacidades militares de Pekín siguen siendo inferiores a las de Washington. Pero su objetivo es disponer, de aquí a 2027, de los medios necesarios para vencer toda resistencia a una invasión de Taiwán, según el Pentágono.

Las maniobras militares han revelado el camino recorrido por el Ejército chino desde la última crisis taiwanesa en 1995-1996.

Cambio en las relaciones bilaterales.

Los 23 millones de taiwaneses viven desde hace mucho tiempo bajo la amenaza de una invasión china, pero esta amenaza es mucho más visible desde la llegada a la cúspide de Xi Jinping, el dirigente chino con más poder en una generación.

China boicotea desde hace tiempo las frutas y los pescados procedentes de Taiwán con el objetivo de debilitar económicamente a la isla. Esta medida busca horadar el apoyo electoral al Gobierno soberanista taiwanés.

Pekín ha sancionado a las empresas que sostenían la agencia de ayuda al desarrollo del Ejecutivo taiwanés, a fin de boicotear lo que ha venido en llamar la «diplomacia de los cheques» de la isla con sus aliados.

Pero, según los analistas, China mantendrá sus acciones militares y económicas por debajo del suelo de la guerra con el fin de evitar una confrontación directa con EEUU.

Nueva «normalidad» para Taiwán.

Taiwán deberá habituarse a que China organice ejercicios similares en el futuro, que serán la norma, y no la excepción y aumentarán tanto en escala como en intensidad.

China envía regularmente buques de guerra y aviones al otro lado de la línea mediana del estrecho de Taiwán, la frontera oficiosa entre ambos países, durante los períodos de tensión.

Pero la visita de Nancy Pelosi ha dado a Pekín la excusa o la justificación para llevar a cabo ejercicios al este de esa linea y sin rendir cuentas.

Relaciones China-EEUU.

China ha suspendido la cooperación con EEUU en asuntos clave, incluidos el cambio climático y la defensa. Washington le ha acusado de «irresponsabilidad».

Pekín ha anunciado, asimismo, sanciones contra Pelosi, la tercera persona más poderosa en el escalafón institucional estadounidense.

En un momento en el que las relaciones bilaterales están poco menos que desplomadas, mucho trabajo tendrán, si quieren, en impedir que la espiral destructiva se ancle definitivamente en la región.