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«CASO CUM-EX»

Escándalos financieros merman la credibilidad política de Scholz

El canciller alemán. Olaf Scholz (SPD), declaró ayer nuevamente ante la comisión parlamentaria de Hamburgo en relación al rol jugado en el «caso Cum-Ex» del banco privado Warburg. La revista Stern ha tenido acceso a material clasificado que cuestiona la versión que Scholz ha ofrecido sobre su papel en ese escándalo financiero y fiscal. La CDU y Die Linke quieren que comparezca por tercera vez.

(Odd ANDERSEN | AFP)

El Código Penal sanciona diferentes tipos de «robo», pero falta por definir otro que se podría calificar de «robo fiscal». No se trata de la mera evasión fiscal que consiste en esconder valores ante la autoridad fiscal para no declararlos, porque Cum-Ex funciona de otra manera: hacer que el Estado devuelva impuestos a interesados que nunca los han pagado. El inventor de este sistema es el experto alemán Hanno Berger, apodado Mister Cum-Ex. Por eso se enfrenta a sendos juicios.

Se estima que en Alemania el daño al erario público alcanza los 35.000 millones de euros; a nivel internacional la suma llegaría a 150.000 millones de euros. Al canciller, Olaf Scholz, no se le responsabiliza de haber tramado este complicado sistema que bancos de inversión internacionales han ofrecido exclusivamente a sus clientes (multi)millonarios. Lo que se quiere determinar es si el entonces primer alcalde de Hamburgo -jefe de Gobierno de la ciudad-estado-, integrantes de su Ejecutivo o personas de su confianza intervinieron para que la autoridad fiscal regional en 2016 dejase de reclamar al banco privado Warburg 47 millones de euros. Un año después, sí tuvo que pagar 43 millones de euros, pero porque el Ministerio Federal de Hacienda se los reclamó.

El Warburg obtuvo ganancias ofreciendo productos tipo Cum-Ex entre 2007 y 2011, explicó el periodista Oliver Schröm a la Asociación de la Prensa Extranjera de Berlín en diciembre. Ahora es coautor del trabajo titulado «¿Sabe él más de lo que dice?» y publicado en la revista Stern.

Declaraciones contradictorias.

La pregunta se refiere a las contradictorias declaraciones realizadas por Scholz en los últimos dos años y medio. Primero negó encuentro alguno con responsables del Warburg. Cuando se descubrió el primero de tres, Scholz les quitó importancia. En julio de 2020 negó otros dos más ante la Comisión de Hacienda del Bundestag. Dos meses más tarde, periodistas revelaron las reuniones y una conversación telefónica entre Scholz y el banquero Christian Olearius, en la que el primero le recomendó explicar por escrito su posición al ministro de Hacienda de Hamburgo y ahora alcalde, Peter Tschentscher. Poco después de esa conversación, en noviembre de 2016, Hacienda de Hamburgo decidió no reclamar más los 47 millones de euros y el asunto ha prescrito.

Estos datos proceden de los diarios personales que la Policía incautó a Olearius. Por eso, en septiembre de 2020, Scholz cambió de estrategia y desde entonces declara no recordar más de lo que se habló.

Sin embargo, Schröm y su compañero Oliver Hollenstein han tenido acceso al hasta ahora clasificado protocolo de la Comisión de Hacienda de julio de 2020. Scholz, entonces ministro federal de Hacienda, admitió un encuentro con Olearius «en el que se habló de muchas cosas». Según aquel documento, especialmente vigilado en el Bundestag, añadió que «había escuchado solamente la perspectiva de Christian Olearius». Y no mencionó las otras dos reuniones con el banquero en el Ayuntamiento, pero sí se acordaba de otros eventos en los que coincidió con el exjefe del Consejo de Control del Warburg.

Recientemente, el canciller ha declarado que «no hay ningún indicio de que responsables políticos con poder de tomar decisiones hayan influido en lo que se decidió en la Administración de Hacienda».

Ahora, Stern ofrece abundantes indicios de que el Ejecutivo regional sí podría haber intervenido ante la Administración de Hacienda.

Investigación.

No obstante, convertir indicios en pruebas corresponde a la Fiscalía de Colonia que, junto con la Policía Judicial de Renania del Norte Westfalia, investiga el entramado de Cum-Ex. Por un lado, centra sus pesquisas en los socialdemócratas, el ex vice alcalde de Hamburgo Alfons Pawelczyk y el influyente exdiputado Johannes Kahrs, por complicidad y encubrimiento de fraude fiscal.

Los investigadores hallaron más de 200.000 euros en efectivo en una caja fuerte bancaria de Kahrs. Se desconoce su procedencia ya que, según un principio fundamental del Estado de derecho, el implicado no tiene que autoinculparse. Pero por los diarios de Olearius se sabe que Kahrs le pidió una donación para el SPD. Y a través del entramado empresarial del Warburg llegaron 45.000 euros al partido. Hay cercanía entre los encuentros del banquero con los socialdemócratas y la condonación de los 47 millones de euros.

Por los mismos delitos, más desfalco y obstaculización, la Fiscalía investiga también a la funcionaria de Hacienda, Daniela P..

Según Stern, los fiscales encontraron también mensajes que indicarían que colaboradores estrechos de Scholz podrían haber cambiado su agenda y su correspondencia electrónica. Además, en el archivo de Hacienda han constatado falta de documentación.

Las crisis internacionales suelen ayudar a los líderes en riesgo, pero a Scholz no le benefician porque está perdiendo su credibilidad política.