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WASHINGTON

Criticado por la izquierda, el FBI está en el punto de mira de la derecha de EEUU

Los agentes del FBI estadounidense están acostumbrados a las críticas, muchas de ellas por parte de la izquierda, pero jamás se han enfrentado a una arremetida de la derecha como la actual en respuesta al registro por orden judicial de la residencia de Donald Trump en Florida la semana pasada.

Un hombre pasa por delante de la vallada sede del FBI en Washington DC.
Un hombre pasa por delante de la vallada sede del FBI en Washington DC. (Mandel NGAN | AFP)

En sus más de 100 años de historia, el FBI ha sido detestado por sureños racistas y segregacionistas, por defensores de las libertades civiles y por afroamericanos cuyo movimiento de liberación de los años 60 fue tratado como una grave amenaza nacional por la agencia. Pero las amenazas extraordinarias recibidas la semana pasada tienen su origen en su base política: la derecha republicana. Profundamente conservadora y con un soporte bipartidista en Washington, los ataques de los seguidores de Donald Trump no han cesado y han seguido avivando el fuego desde que el expresidente tachara a la agencia de «corrupta» y «fascista» tras el registro de su propiedad en Mar-a-Lago el 8 de agosto por retener ilegalmente documentos secretos.

Las palabras de responsables de su partido llamando a «destruir» el FBI» se hicieron realidad el 11 de agosto, cuando un hombre intentó atacar la sede del FBI en Cincinati tras escribir en redes sociales amenazas contra la agencia y fue abatido por la Policía.

Críticas, pero sin violencia

El FBI, mitificado durante mucho tiempo en cine y televisión, ha recibido críticas recurrentes por todas partes, asegura a AFP Kenneth O'Reilly, historiador retirado de la Universidad de Alaska y autor de libros sobre el FBI y la política.

En los años 60, los racistas sureños equipararon a la agencia con la Gestapo por investigar el linchamiento de afroamericanos. Y, en esa misma década, su espionaje y ataques al movimiento de derechos civiles, desprestigiando a Martin Luther King y provocando violencia entre grupos rivales para desacreditarlos, desató una ola de indignación y litigios que desembocaron en una amplia investigación en el Congreso que expuso los abusos cometidos, pero no hubo violencia contra sus agentes.

Respaldo popular hasta ahora

En 1995, la gestión de la agencia en dos tomas de rehenes mortales en 1992 (Ruby Ridge) y 1993 (Waco) llevó a dos exmilitares contrarios al Gobierno a hacer estallar un camión bomba frente al edificio que albergaba el cuartel regional del FBI en Oklahoma City, que dejó 168 muertos.

Pero pese a todo, mantuvo un fuerte respaldo político y popular. La actual ola tiene su origen en la larga batalla de Trump contra la oficina federal y, en particular, contra sus investigaciones a cientos de sus seguidores que asaltaron violentamente el Capitolio el 6 de enero de 2021.

Para O'Reilly, las amenazas de políticos y seguidores de Trump hacen que este momento sea impactante. «Una amplia mayoría de agentes del FBI votaron por Trump -dice-, por lo que es una idea descabellada de los elementos más conservadores del Partido ver al FBI como herramienta de la izquierda radical».

El juez apoya que se publique la orden judicial

El juez federal estadounidense Bruce Reinhart, quien ordenó el registro de la mansión de Donald Trump en Florida, se muestra dispuesto a publicar parte de la declaración del FBI en la que se basó su decisión. Ha ordenado al Departamento de Justicia que prepare redacciones (propuestas censuradas) de la declaración jurada que habría justificado el registro.

El Departamento de Justicia se opuso el lunes a la publicación total de la declaración jurada, tras presentar un expediente en el que negaba cualquier esfuerzo por revelar el documento porque «pondría en peligro una investigación en curso». Señalaba que «hay razones convincentes, incluso para proteger la integridad de una investigación policial en curso que implica la seguridad nacional, que respaldan el mantenimiento de la declaración jurada sellada».

Por su parte, Trump dijo en su red social Truth Social que Reinhart debería publicar la declaración jurada completa y sin editar. GARA