«Es fácil de resumir lo que ha pasado. Ellos han estado mejor que nosotros desde el primer minuto hasta el último. Han jugado un buen partido, nosotros hemos jugado un mal partido». Así zanjaba Gaizka Garitano la valoración del pésimo encuentro que firmó su equipo en Andorra.

Poco más se puede decir. Quizá que resulta inexplicable que sólo cinco días después de golear al Granada en una actuación soberbia, los azulgranas firmaran el peor partido de la temporada. 97 minutos de inanidad que pudieron acabar con un marcador aún más contundente. Lo evitó Yoel, el único que estuvo a la altura.

Sólo los primeros minutos de un partido que el Eibar afrontó con dos novedades inesperadas -se quedaron en el banco el goleador de la pasada temporada Stoichkov y el de la actual Leschuk dejando su puesto a Quique y Bautista- estuvieron mínimamente equilibrados. Aunque las sensaciones ya sonreían a los locales, que en el 21, ya con el lesionado Berrocal fuera, marcaron y se hicieron con el partido por completo.

El Andorra ni siquiera tuvo que molestarse en frenar la reacción armera porque no existió. Perdido en el campo, inconexo, disparó una sola vez entre los tres palos. Sólo la estrechez del marcador le mantuvo vivo e incluso llegó a temerse lo peor su rival en los cinco últimos minutos con una falta de Imanol y una llegada de Stoichkov. Pero el gol, golazo, volvió a caerle a Yoel, para confirmar la derrota de un Eibar que sólo ha sumado un punto de nueve lejos de Ipurua.

El Alavés, por su parte, tratará de prolongar su buen arranque de liga hoy en Mendizorrotza ante el Huesca (16.15).