El Alavés regresa de Cartagonova sin el liderato, ahora en manos de Las Palmas, pero con un buen punto. Lo fue porque las cosas se pusieron muy feas, con un Cartagena tan duro como se esperaba, las lesiones, el gol psicológico y también la floja primera parte del equipo gasteiztarra, que supo reponerse a todo para salvar el empate y sufrir, sin renunciar al triunfo, ante un rival que no dejó de golpear hasta el pitido final.

Fue Abqar el futbolista que había viajado tocado, tal y cimo adelantó Luis García Plaza la víspera -además, Sylla se quedó finalmente fuera de la convocatoria-, con lo que Maras ocupó su puesto en un once por lo demás idéntico al de los dos últimos partidos. También como en esos dos choques ante Lugo y Huesca, el equipo empezó a remolque de su rival. Durante un rato pareció que el Alavés cedía el balón y la iniciativa a su rival de manera voluntaria pero dejó de hacerlo según el Cartagena iba percutiendo con intensidad creciente y con cada vez más gente. Entrando por bandas, a balón parado..., el equipo blanquinegro hacía daño y los gasteiztarras no eran capaces de sobrepasar la línea divisoria, menos aún de generar peligro.

Tampoco tuvieron suerte. Llevaba unos minutos Abde con problemas en la rodilla y se le unió Sedlar poco antes del descanso con una lesión muscular que apenas le dejaba caminar. Se cumplía el 45 mientras Luis García Plaza se desgañitaba en la banda reclamando el cambio cuando el balón dio en la mano de Maras cuando pugnaba con Sadiku en el área y el árbitro y el VAR coincidieron que el rebote era penalti. El propio Sadiku lo convirtió en el 1-0.

El Alavés, ya con Abqar, que finalmente tuvo que vestirse de corto, por Sedlar y Rober por el también lesionado Abde, no quiso esperar a ver si el Cartagena especulaba o buscaba la sentencia y regresó al verde con otro toque. Y con la puntería de un campeón olímpico porque en su primer disparo a puerta del partido, a los dos minutos de la reanudación, anotó el empate. Róber picaba el balón sobre la zaga para que Miguel cruzara el 1-1.

Un resultado que ya no se movió aunque bien que pudo hacerlo. Porque el Alavés buscó el segundo en alguna contra y sobre todo lo hizo, si bien con no tanta regularidad como en la primera parte, un Cartagena al que no hubo manera de que se le gastara la gasolina y que apuró hasta el descuento, con un cabezazo de Olivas en un córner que se marchó junto al palo para alivio de los albiazules.