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CRÍTICA: «LOS BUSCAMUNDOS»

La vuelta a la aventura en ochenta mundos


Dentro del inmenso imaginario de Julio Verne, “La vuelta al mundo” es la novela que más veces ha sido trasladada a la gran pantalla y en todos los formatos posibles. En este nuevo acercamiento a la frenética odisea emprendida por Phileas Fogg y sus acompañantes, nos volvemos a encontrar con una adaptación en clave animada que nos llega desde el Estado francés y que ha supuesto el debut de Samuel Tourneux, animador proveniente de la factoría Illumination y director de cortometrajes de las sagas ’Gru. Mi villano favorito” y ’Minions”.

“Los buscamundos” es una inofensiva y desenfadada relectura en clave anfibia diseñada para disfrute de los espectadores más jóvenes. Vista la gran competencia que existe dentro de los territorios de la animación 3D, Tourneux ha apostado por un estilo lindante a lo artesanal, lo cual aporta a sus escenas un toque evocador. Más allá del rol protagonista de un Fogg con ancas y que para la ocasión ejerce de buscavidas aventurero, quien ejerce de hilo conductor directo con la novela es su fiel acompañante Passepartout. Ahora es un pequeño mono apasionado de la lectura y que suspira con la idea de disfrutar de miles de aventuras, a pesar de su superprotectora madre.

Otro de las personajes destacados es la princesa Aouda que, en su traslación al mundo animado, se transforma en una intrépida piloto. Divertida y respaldada por un cuidado repertorio de gags en clave slastick, “Los buscamundos” llega a buen puerto después que los espectadores hayan disfrutado de una accidentada y singular travesía salpicada por etapas vibrantes, escenificadas en unos escenarios diseñados mediante colores muy vivos y poblada por una ingeniosa galería de personajes.