GARA
ESTOCOLMO

Nueva fuga en Nord Stream mientras Rusia y EEUU se apuntan mutuamente

El descubrimiento de una cuarta fuga en los gasoductos Nord Stream en el Báltico alimenta la tesis de un sabotaje, «terrorista y a nivel estatal», según Rusia, que rechaza los informes que apuntan a la creciente presencia de sus submarinos en la zona. EEUU coincide en el adjetivo utilizado por Moscú para tildar de «absurdo» que se le acuse.

Fuga de gas en el gasoducto Nord Stream 1.
Fuga de gas en el gasoducto Nord Stream 1. (Servicio de Guardacostas de Suecia | AFP)

La detección de una cuarta fuga en los gasoductos rusos Nord Stream parece disipar cualquier otra opción que no sea la del sabotaje para explicar esos escapes, cuyo origen investigan las autoridades danesas y suecas, mientras Alemania evalúa los daños medioambientales en el Báltico.

La cuarta fuga se suma a las tres detectadas entre el domingo y el lunes y está localizada en el gasoducto Nord Stream II, con lo que en total existen dos fugas en cada tubería, dos en la zona danesa y dos en la sueca, todas en aguas internacionales.

Según informó la Marina sueca, la cuarta fuga tiene un tamaño mucho menor que las otras, lo que explica que no fuera detectada por las radares y que solo fuera descubierta cuando un barco de la guarda costera pasó junto a ella.

Aunque las autoridades suecas han confirmado que se supo de su existencia el martes, ni la primera ministra, Magdalena Andersson, en una rueda de prensa ese mismo día, ni el jefe de la Guardia Costera, Johan Norrman, en otra comparecencia, la mencionaron, sino que siguieron hablando de tres fugas. «Todavía tenemos que saber más de la dimensión de la cuarta fuga anunciada por las autoridades suecas. Pero esto subraya que las fuerzas que han intervenido son poderosas», señaló el ministro de Defensa danés, Morten Bødskov, durante una visita a la isla de Bornholm, cerca de la que se han localizado varios de los escapes.

La unidad de inteligencia de la Policía (SÄPO) de Suecia se ha hecho cargo de la investigación de las fugas de gas y no ha descartado la posibilidad de que «una potencia extranjera esté detrás».

Sismólogos de Suecia han ido más allá y han confirmado explosiones en la zona horas antes de confirmarse las fugas

Dinamarca y Suecia han abierto sendas investigaciones, que avanzan con lentitud debido a que sigue saliendo gas de las tuberías. La Dirección General de Energía danesa informó de que ha salido más de la mitad del gas y que el flujo podría detenerse el domingo, lo que permitiría una inspección submarina.

Los sectores eléctricos y gasísticos de Dinamarca y Suecia han elevado el nivel de alarma sobre sus instalaciones con motivo de las fugas, y lo mismo ha hecho la vecina Noruega, a pesar de que no tiene costa en el Báltico, incluyendo presencia militar.

Suecia ha aumentado además el nivel de alerta en sus centrales nucleares.

Rusia y EEUU se acusan

. La aparición de las fugas ha desatado las acusaciones de sabotaje, desde los países afectados -Dinamarca y Suecia-, Alemania y resto de la Unión Europea (UE), así como EEUU. Incluso Moscú utiliza ese término, aunque la búsqueda de autorías va en direcciones opuestas.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, avanzó la posibilidad de un «ataque terrorista, posiblemente a nivel estatal, y que requiere cooperación activa (...) Es una situación muy peligrosa que requiere una investigación urgente», añadió.

Peskov lamentó que es «imposible responder a la pregunta de si EEUU y Rusia podrían cooperar para investigar el asunto dado que no hay contactos significativos y de cooperación entre las agencias de seguridad respectivas».

El portavoz del Kremlin salió al paso de las informaciones de la cadena de televisión estadounidense CNN, según la cual varios altos cargos europeos en materia de seguridad han confirmado que han observado la presencia de buques y submarinos rusos en las inmediaciones a lo largo de las últimas semanas.

«Hay muchos más barcos y aviones de la OTAN que de Rusia en la zona, por lo que la idea (de que Rusia esté detrás de los incidentes) es completamente estúpida y parcial», insistió, para recordar que «se trata de una zona en el mar Báltico».

La embajadora estadounidense ante la OTAN, Julianne Smit, aseguró que EEUU «nunca» tomaría acciones contra el Nord Stream 2 pese a que su presidente, Joe Biden, prometió que nunca se pondría en marcha al considerar que minaría la independencia europea de Rusia.

Moscú ha reiterado estos días su acusación a EEUU de sustituir el carburante ruso por su gas natural licuado, más caro que el ruso.

Smith zanjó que Moscú está utilizando una amplia gama de «ataques híbridos» y garantizó que en la OTAN «conocemos su manual, estamos muy familiarizados con él».

Citó métodos como la coerción económica o energética, la desinformación o la influencia maliciosa, «herramientas de las que depende Rusia para dividir a los socios transatlánticos o debilitarnos».

Enormes daños medioambientales

. Junto a la constatación del sabotaje de autoría aún desconocida, lo cada vez más cierto son los enormes daños medioambientales que puede provocar. Expertos indican que las fugas provocarán emisiones tóxicas por el equivalente de 7,5 millones de toneladas de CO2, según un comunicado emitido este jueves por la Agencia Federal de Medio Ambiente (UBA) y basado en estimaciones sobre el volumen de gas acumulado en esas tuberías.

Por establecer un dato comparativo que puede resultar más claro, expertos señalan que esa cantidad de CO2 es la misma que liberan en un año todos los vehículos que circulan por el Estado español.

La condensación de gas en su interior permite estimar, según ese organismo, que en total se liberarán a la atmósfera 0,3 millones de toneladas de metano, considerado mucho más dañino que el CO2, recuerda la UBA. Una tonelada de metano provoca un calentamiento igual al de 25 toneladas de CO2, por un periodo calculado de 100 años.

La ministra alemana de Medioambiente, la verde Steffi Lemke, había avanzado ya el miércoles que la fugas no entrañan a peligros graves para el ecosistema marítimo, pero sí para la atmósfera.

Combates encarnizados en torno a Liman

Las milicias prorrusas de Donetsk reconocieron que la situación en torno a la ciudad de Liman es «difícil y tensa» ante el intento de las Fuerzas Armadas de Ucrania de rodear a las tropas rusas en varias direcciones.

«Hay regularmente intentos de ataques por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania», señaló el jefe de gabinete de la administración de la autoproclamada república popular de Donetsk, Alexei Nikonorov, en la televisión pública rusa, quien añadió que no se trata de intentos aislados y auguró que éstos seguirán ocurriendo en los próximos días.

Eso sí, aseguró que las tropas rusas y prorrusas «por ahora consiguen repeler todos esos ataques».

Liman se encuentra al noreste de los dos principales bastiones del Ejército ucraniano en Donetsk: Sloviansk y Kramatorsk, y en el sureste de Izium, en la región de Jarkov, que las tropas ucranianas liberaron junto a toda la provincia en su contraofensiva.

El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) señaló en su análisis de este jueves que existe una creciente preocupación entre los blogueros militares rusos, que sugieren que las fuerzas rusas podrían sufrir una derrota inminente en esta zona.

Putin firma la anexión de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jerson

La ceremonia de la firma de los tratados de anexión, o de «ascensión de los nuevos territorios a la Federación de Rusia» según la nomenclatura del Kremlin, tendrá lugar hoy en Moscú, tras la cual se espera que Putin dé un discurso y posteriormente se reúna con los jefes político-militares que puso en Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jerson. Ayer los jefes de Jerson, Volodímir Saldo; de Zaporiyia, Yevgueni Balitsky; de Donetsk, Denís Pushilin; y de Lugansk, Leonid Pásechnik, solicitaron formalmente a Putin la incorporación de sus territorios en Rusia. Justificaron su petición en que, con todas las papeletas escrutadas entre el 87% y el 99% de los votantes de los cuatro territorios apoyaron la incorporación.

El área que formalmente Rusia se anexiona equivale a más de un 15% del territorio de Ucrania, en el cual viven más de 4 millones de personas, y está considerado como poseedor de la tierras más fértiles y de una considerable base industrial. Además, el movimiento del Kremlin supone apoderarse en su totalidad del mar de Azov, que se convertirá de facto en un mar interior ruso, además de permitirle un extenso control sobre el mar Negro.

Las autoridades de Kiev y el bloque occidental no han reconocido, y manifiestan que nunca reconocerán, unos referéndums que consideran ilegales e ilegítimos. Tras calificarlos como «referéndums de la vergüenza» y como una «peligrosa escalada de la guerra» por parte de Moscú, adelantaron así mismo que no se opondrán a que Ucrania siga atacándolos hasta recuperarlos por completo. Y no solo estos cuatro territorios, sino también Crimea, que oficial y constitucionalmente forma parte de Rusia desde 2014 tras un referéndum que Occidente tampoco reconoce.

De hecho, tanto Washington como Londres han advertido que seguirán suministrando armas e inteligencia para ello, queriendo pasar por alto lo que el jefe del Consejo de Seguridad de Rusia, Dimitry Medvedev, ha reiterado estos últimos días. A saber, que los nuevos territorios estarán bajo la doctrina nuclear de Rusia y que cualquier intento por recuperarlos militarmente se interpretará como un ataque a la integridad nacional.

El secretario general de la ONU, António Guterres, rechazó de manera rotunda los planes rusos de anexión y subrayó que este movimiento «no tendrá valor legal, no debe aceptarse» y supone «una peligrosa escalada» del conflicto. Subrayó que los referendos se llevaron a cabo durante un conflicto armado activo, bajo ocupación rusa y al margen del marco legal y constitucional de Ucrania.

En EEUU senadores demócratas y republicanos presentaron un proyecto de ley que amenaza con cortar lazos con los países que reconozcan la anexión.GARA