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TRAGEDIA EN INDONESIA

Más de un centenar de muertos tras unos disturbios en un estadio

Miles de seguidores del Arema irrumpieron en el campo después de la derrota de su equipo desencadenando un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad y una estampida de aficionados que quedaron atrapados en las gradas.

Los enfrentamientos entre hinchas y fuerzas de seguridad provocaron pánico y una estampida en las gradas. (STR | AFP)

Según el último balance difundido por las autoridades, unas 125 personas perdieron la vida durante unos violentos disturbios tras un partido de fútbol en Indonesia. Sería la segunda mayor tragedia de la historia del fútbol mundial después de lo ocurrido en Perú en 1964 con más de 300 muertos.

Los incidentes se produjeron la noche del sábado, cuando miles de aficionados del club Arema irrumpieron en el campo tras la derrota 2-3 ante el Persebaya Surabaya en el estadio Kanjuruhan de la ciudad de Malang, en la provincia de Java Oriental, y comenzaron los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

La multitud embistió contra los policías y destrozaron diversas infraestructuras del centro deportivo, así como una quincena de vehículos . Los agentes de seguridad respondieron con gas lacrimógeno, lo que causó el pánico entre los aficionados y desembocó en una estampida. La mayoría de las víctimas habría fallecido por asfixia, traumas o pisotones, según indicaron fuentes hospitalarias.

Los enfrentamientos entre hinchas y policías dejaron también casi dos centenares de heridos, que han sido ingresados en diferentes hospitales de la región con distintos niveles de gravedad. No se descarta que el número de muertos pueda aumentar.

INVESTIGACIÓN

Tras la catástrofe, la Liga indonesia fue suspendida temporalmente y el presidente del país, Joko Widodo, anunció una investigación en un discurso televisado. «Lamento esta tragedia y espero que esta sea la última tragedia del fútbol en el país. No dejéis que otra tragedia humana como esta suceda en el futuro. Debemos mantener unido el espíritu deportivo, la humanidad y el sentido de hermandad de la nación indonesia», afirmó el mandatario.

Entre los puntos claves de la investigación figuran el uso de gas lacrimógeno por la Policía -cuyo uso está prohibido por la FIFA en el interior de estadios debido a su potencial peligro- y la presunta venta de unas 4.000 entradas más allá del aforo permitido.

El Gobierno indonesio también afirmó que va a realizar una «evaluación» sobre las medidas de seguridad referentes a los partidos de fútbol en el país, donde ya se registraron en el pasado otros brotes de violencia a causa de la fuerte rivalidad entre los clubes. El ministro de Deportes, Zainudin Amali, afirmó que no descarta la posibilidad de que los espectadores ya no puedan acudir a los estadios.

MINUTO DE SILENCIO

Las fotos y vídeos que plasmaron los momentos de caos, en los que se ve a miles de hinchas saltando las gradas e irrumpiendo en la cancha, así como diversos heridos, personas desfallecidas y mucho humo, rápidamente dieron la vuelta al mundo y generaron una ola global de conmoción.

En este sentido, la Liga y la Federación española de fútbol acordaron que se guardara un minuto de silencio en todos los partidos de Primera y Segunda. Asimismo, organismos internacionales reclamaron una «rápida» investigación para esclarecer lo ocurrido, además de exigir sanciones contundentes. Por su parte, la FIFA solicitó un informe sobre el incidente a la Asociación de Fútbol (PSSI) de Indonesia.