Joseba ITURRIA
REAL

La eficacia en ataque llega en el partido con más facilidades dadas en defensa

Sorloth (2), Brais, Zubimendi y Kubo marcaron en los cinco balones enviados a la portería de un Girona que también acertó en sus tres primeras oportunidades. Gorosabel se retiró con el tobillo derecho inflamado y Carlos Fernández reapareció tras sus lesiones.

Martín Zubimendi celebra el gol que culminaba la remontada realista en Girona.
Martín Zubimendi celebra el gol que culminaba la remontada realista en Girona. (Agencia LOF)

La Real sumó su tercera victoria a domicilio en cuatro salidas en un duelo en el que encontró la eficacia en ataque que le ha faltado últimamente, con cinco goles en sus cinco remates a puerta, y perdió la solidez defensiva que le ha permitido despedir tantos partidos con la portería imbatida.

Fue el típico encuentro que gusta a los aficionados neutrales y a los del equipo que gana, pero que no deja satisfechos a ninguno de los dos entrenadores, ni al que logra la victoria, por mucho que Imanol decía cuando su equipo ganaba 0-1 o 1-0 que prefería ganar 4-3. En su rueda de prensa ayer se mostró «contento a medias porque en defensa hemos estado muy blanditos en los tres goles. Una cosa es que te genere mucho el rival, pero en esos goles no hemos estado bien y si queremos ser competitivos no podemos conceder tanto».

En mayor medida estaba contrariado el técnico local, Míchel, porque su equipo encajó cinco goles y Sorloth envió un balón al palo sin ser capaz de defender las ventajas que tuvo en el partido.

La Real tampoco hizo valer la conseguida en el primer tiempo en un buen inicio, en el que planteó problemas con su presión alta a un equipo empeñado en sacar el balón jugado desde atrás. Así se adelantó con el primero de los dos goles marcados por Sorloth, que en el comienzo de temporada ha mostrado el acierto de cara al gol que le faltaba con tres en Liga y uno en Europa League en seis partidos.

El noruego remató un buen centro de Kubo tras un gran pase de Silva, que no marcó, pero volvió a ser el mejor realista. En lugar de afianzarse con el gol, la Real permitió al Girona dar un paso adelante y en tres minutos remontó el partido con un gran disparo de Riquelme a la escuadra tras encontrar un túnel entre las piernas de Zubimendi y en un cabezazo de Arnau en una jugada en la que los jugadores de la Real pidieron una falta en el bloqueo de Castellanos a Merino que el VAR no sancionó tras analizarlo.

El Girona se juntó para defender su ventaja, pero Juanpe cometió un error al intentar salir en el momento que Zubimendi pasaba un balón al jugador que tenía que marcar, Sorloth, al que habilitó para marcar un buen gol tras controlar con el pecho y rematar con la izquierda. Los dos equipos habían tenido dos ocasiones en el primer tiempo y las materializaron todas.

También Castellanos marcó nada más comenzar el segundo tiempo en una contra mal defendida por la Real, que acusó el golpe y concedió a Miguel un remate claro desde dentro del área que no aprovechó.

GOLPE TRAS EL DESCANSO

Míchel quiso controlar más el partido con la entrada de Herrera en lugar del delantero Manu Vallejo, en el momento que Gorosabel se retiraba con el tobillo derecho inflamado, pero el descontrol fue total.

La Real marcó tres goles y envió un balón al poste en los últimos 25 minutos, en los que una falta lateral lanzada por Brais entró sin que nadie la tocara, Zubimendi apareció para enviar a la red un balón que no controló Merino y Kubo culminó de buen zurdazo una contra iniciada por el navarro con asistencia de Sorloth.

Pero la Real necesitó de la aportación de Remiro antes de que llegara la sentencia porque, a diferencia de Juan Carlos, que no paró ninguna, el navarro detuvo cinco de los ocho disparos enviados a su portería. Demasiados para lo que acostumbraba la Real.