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PEKÍN

EEUU y aliados aceleran la carrera de armamentos en Asia al ritmo de China

El desarrollo militar de China durante la última década, en la que ha modernizado su Ejército y ha acumulado un importante arsenal, ha servido a EEUU y a sus aliados en la región para acelerar la carrera armamentística en Asia, donde se han disparado la compra del más moderno armamento y los presupuestos militares.

Portaviones chino Liaoning, en aguas de Hong Kong.
Portaviones chino Liaoning, en aguas de Hong Kong. (Anthony WALLACE | AFP)

Durante una década de poder de Xi Jinping, China ha construido la mayor flota militar del mundo, ha modernizado el Ejército más numeroso y ha amasado un arsenal balístico y nuclear capaz de poner en apuros a cualquier enemigo. Y EEUU y varios de sus aliados en la zona airean este proceso para seguir el ritmo de Pekín en una acelerada carrera armamentística en la región Asia-Pacífico que probablemente continúe en los próximos años.

De norte a sur, la compra de armamento se ha disparado en la región: Corea del Sur ha desarrollado una flota de alta mar y Australia ha adquirido submarinos de propulsión nuclear y misiles crucero Tomahawk estadounidenses.

Según los datos del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos en Londres, el gasto en defensa en Asia-Pacífico superó el billón de dólares únicamente el último año.

China, Filipinas y Vietnam duplicaron su gasto militar en la última década. Corea del Sur, India y Pakistán no se quedaron lejos.

Incluso Japón, dotado -todavía- con una Constitución «pacifista», propone presupuestos récord de defensa y se inclina a terminar con su antigua política citando un entorno de seguridad «crecientemente severo».

Modernización china

Analistas de estos países como Malcom Davis, del Instituto de Política Estratégica de Australia, achacan a Pekín esta carrera porque «todos los actores claves en la región de Indo-Pacífico responden a la modernización militar de China tan rápido como pueden».

Durante años, el Ejército Popular de Liberación (EPL) se consideraba mal equipado e ineficiente: armado con municiones soviéticas anticuadas, lastrado por la corrupción y dominado por una fuerza de infantería con un pobre balance en campañas en el extranjero. La participación del EPL en la guerra de Corea se saldó con 200.000 vidas chinas. En 1979, una invasión en Vietnam costó decenas de miles de bajas y ha sido borrada casi por completo de la historia oficial.

Cuando Xi asumió el mando del EPL en 2013, ya había reformas en marcha desde los años 90, cuando los militares estadounidenses alardeaban de sus proezas en la guerra del Golfo y se produjo la tercera crisis del estrecho de Taiwán.

China acababa entonces de presentar su primer portaviones Liaoning, un buque ucraniano readaptado, y los aviones de combate J-15 basados en los Sukhoi soviéticos.

Actualmente, China cuenta con dos portaviones activos, cientos de misiles balísticos de medio y largo alcance, miles de aviones de combate y la flota naval más extensa, superando a EEUU, un potencial que Washington considera capaz de llevar a cabo un bloqueo de Taiwán, como reconoció en agosto.

En paralelo, el Pentágono subraya que su arsenal nuclear crece exponencialmente. Según el Boletín de Científicos Atómicos, China dispone de 350 cabezas atómicas, casi el doble de lo que tenía durante la Guerra Fría. La inteligencia estadounidense prevé que el arsenal se doble hasta las 700 en 2027, todavía muy lejos de las alrededor de 5.500 en posesión de Washington.

La alerta del Pentágono sobre el poderío militar de China, combinado con su poder económico, diplomático y tecnológico sirve de impulso a muchos de los grandes proyectos de defensa de EEUU y sus aliados en la región, que los defienden como «maniobras de disuasión».

Corea del Sur planea desarrollar su capacidad naval para operar lejos de la costa, más pensado en relación a China que a la amenaza nuclear de Corea del Norte.

Australia

En este carrera, EEUU, Gran Bretaña y Australia han dado un salto adelante con la alianza Aukus, con la que Canberra prevé adquirir ocho submarinos de propulsión nuclear que pueden permanecer largo tiempo bajo el agua y lanzar ataques de represalia, naves con las que hasta ahora solo contaban seis potencias.

También se plantea la obtención de armamento hipersónico, misiles balísticos de largo alcanza y bombarderos furtivos B-21, un avión capaz de atacar cualquier parte del mundo sin ser detectado.

Incluso India, principal importador de armas del mundo y rival de China, con la que mantiene conflictos en su frontera, está desarrollando su propia industria militar para no depender del exterior y modernizando su Ejército.

Para Pekín, es Washington el que está «polarizando histéricamente su sistema de alianzas» y ha estado incitando a sus aliados «en nombre de la disuasión de China», acelerando el proceso armamentístico.

Para Malcom Davis, el analista australiano, la modernización militar china ha favorecido esta estrategia. «No hubiéramos tenido Aukus si no hubiera sido por Xi Jinping. Nos ha hecho un gran favor en este sentido», asegura.