La Real sumó su sexto triunfo consecutivo y se garantizó su continuidad en la Europa League en un partido que resolvió con comodidad al jugar con una superioridad numérica y en el marcador que permitió a Imanol dar descanso a los titulares y manejar el duelo con la ley del mínimo esfuerzo en una fase en la que es necesario economizar energías porque esperan desde el domingo tres partidos de Liga en siete días.

Imanol presentó un equipo potente con cinco cambios con respecto al partido del domingo contra el Villarreal con la entrada de Le Normand, Rico, Guevara, Turrientes y Carlos Fernández por el lesionado Sola, Aihen, Zubimendi, Merino y Kubo, en el descanso retiró a David Silva, en el minuto 60 a Brais Méndez y Sorloth y en el 73 a Aritz con la mente puesta en la visita al Celta.

A pesar de las rotaciones, el partido fue un monólogo de la Real, que antes de quedarse en superioridad numérica ya generó ocasiones suficientes para adelantarse, entre las que destacaron dos remates al poste de Brais y Carlos Fernández en su primer partido como titular desde abril de 2021.

UN GOL CLAVE

La expulsión de Mudasiru casi perjudicó a la Real en un principio porque el Sheriff, que repitió el 5-3-2 del jueves pasado, pero sin marcajes individuales y permitió jugar con relativa comodidad a los de Imanol, se replegó al quedarse con diez y los blanquiazules solo generaron antes del descanso el gol de Sorloth en un potente zurdazo que le permitió igualar en ocho partidos con cinco goles, tres en Liga y dos Europa, su cifra de la pasada temporada.

Con ventaja en el marcador y en el número de jugadores, Imanol pudo dar descanso a los titulares más utilizados sin que el Sheriff cambiara de táctica. Se limitó a mantener dos líneas de cuatro cerca del área para encajar la menor goleada posible y encajó tres con el estreno goleador de Diego Rico y Robert Navarro con la Real para dar a la afición la oportunidad de celebrar tres tantos como acostumbra, de espaldas.

Imanol aprovechó la coyuntura para dar entrada a tres jugadores del filial en la segunda parte, Arambarri, Karrikaburu y González de Zarate, al que prefirió utilizar antes que a Illarra en una mala señal para el capitán blanquiazul.