A. G.
EUROLIGA

Markus Howard y no perder la fe, deciden

Howard se eleva para encestar.
Howard se eleva para encestar. (Endika PORTILLO | FOKU)

Nunca hay que dejar de creer. Un triple sobre la bocina de Markus Howard, autor de 33 puntos, rescató el partido de las fauces de la derrota ante un Partizan de Belgrado que todavía hoy maldecirá el tiro libre errado por Nunnally con 86-89 y siete segundos para el final. Los gasteiztarras nunca dejaron de creer, sobre todo al ver a Howard encendido.

La victoria no puede tapar los horrores que sufrió el cuadro que dirige Joan Peñarroya para cerrar el rebote, y lo mucho que entre Lessort, LeDay y Kevin Punter, más Nunnally, hicieron sufrir a los gasteiztarras.

Pero a cada cual hay que darle lo suyo y los baskonistas, con sus muchos errores, jamás le perdieron la cara al partido, pese a empezar mal y pese a regalar demasiados tiros libres a un rival que lo hizo casi todo perfecto para ganar. Casi.

ELECTRICIDAD

Hasta la prórroga empezó mal para el Baskonia, con un parcial de 0-5. Peñarroya decidió jugársela con Markus Howard y este, pese a sus errores en la dirección, volteó el partido y casi provocó el derrumbe de Zurbano. Un triple suyo cerraba un parcial de 7-0 que le daría la ventaja al Baskonia hasta el final.

Con todo, el Partizan se arrimó 95-94, y un mal ataque de Baskonia, con menos de un minuto para jugarse, parecía darle opción a los «Sepultureros» de Belgrado. Pero en estas apareció Costello con un palmeo salvador, una canasta que puso electricidad en el ambiente. Una electricidad que quizá se llame «Carácter Baskonia».