Manex ALTUNA
BILBO
ATHLETIC

Griezmann enfría los ánimos de la pasión rojiblanca en San Mamés

Simeone y el delantero francés volvieron a demostrar que le tienen bien tomada la medida al conjunto bilbaino. El espectacular ambiente en las gradas, con más de 48.391 asistentes, no sirvió para doblegar a un eficaz y contundente Atlético de Madrid.

Muniain se ha convertido con 508 partidos en el quinto jugador que más veces ha defendido la camiseta rojiblanca.
Muniain se ha convertido con 508 partidos en el quinto jugador que más veces ha defendido la camiseta rojiblanca. (Aritz LOIOLA | FOKU)

A la undécima tampoco. Valverde sigue sin poder ganar al Atlético de Simeone con el Athletic. El planteamiento del argentino resultó más efectivo y contó con la colaboración de Griezmann. Los colchoneros apenas concedieron ocasiones y el Athletic no acertó en las pocas que tuvo. Ni Williams en un cabezazo ni Raúl García en el descuento.

El partido se empezó a jugar desde el calentamiento con la grada popular al completo un cuarto de hora antes de arrancar. Animando sin parar y con un mensaje claro: «Solo hay un Athletic y es el de Bilbao». Asimismo, desplegaron una pancarta con el lema: «Ongi etorri gurasoen etxera». Recordando a los colchoneros que fueron los seguidores rojiblancos los que fundaron su equipo. Cantando el himno a todo volumen y ambiente de las grandes noches, el equipo de sokatira Gaztedi realizaba el saque de honor.

A punto estuvo el Atlético de silenciar San Mamés con un desmarque de Koke que despejaba Lekue. La réplica llegó de inmediato con una falta que Iñaki Williams cabeceó fuera cuando se encontraba libre de marca en boca de gol.

Valverde apostó por Vesga en medio campo y la zaga rojiblanca sufría para contener a los atacantes rivales. Morata consiguió marcar, pero el VAR revisaba la acción al caer Yeray en la pugna tras el roce del delantero y, por fortuna, decidía anular el tanto. El central protagonizó un inicio de partido titubeante.

El Atlético estaba más cómodo que el Athletic. La conexión de Sancet y Muniain con los delanteros no funcionaba al cerrar los colchoneros bien los pasillos interiores. Al Athletic le costaba mucho llegar y jugar en campo contrario. A falta de ocasiones -un par de tiros desviados de Sancet fue lo único reseñable antes del descanso-, la grada se encendía en cada disputa y Giménez pudo ser expulsado por soltar una patada a Williams en la banda porque el delantero se le había adelantado.

El conjunto rojiblanco volvió a salir despistado en el segundo tiempo. Morata se le escapaba a Iñigo Martínez y Griezmann no perdonó. El atacante francés, al igual que Simeone al Athletic de Valverde, le tiene bien tomada la medida a San Mamés. El conjunto rojiblanco tuvo que remar a contracorriente y las artimañas para perder tiempo de Oblak al caer lesionado desquiciaron a toda La Catedral.

Simeone refrescó el equipo y en el bando local entraba Raúl García por Muniain. Saldrían después Villalibre y Zarraga. Berenguer lo intentó, Iñigo en un córner, el VAR anuló bien un penalti y tampoco Raúl García en el descuento. No hubo manera de rescatar nada.