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Al menos ocho muertos en el incendio de la prisión iraní de Evin

El incendio del sábado en la prisión de Evin, en Teherán, ya deja al menos ocho muertes, en un suceso que las autoridades atribuyen a «agentes enemigos» y que tratan de desvincular de las protestas contra el régimen teocrático. Muchos de los encarcelados en Evin, entre otros presos políticos, fueron detenidos en esas protestas.

Daños en la prisión de Evin. (Koosha MAHSHID FALAHI | AFP)

Al menos ocho reclusos murieron y 61 resultaron heridos en un incendio desatado el sábado la prisión de Evin, en Teherán, en medio de las protestas que hace un mes comenzaron en todo el país tras la muerte de la joven Mahsa Amini.

Se trata de una prisión a la que son enviados los prisioneros políticos y extranjeros y en donde han sido encarceladas cientos de personas detenidas durante las protestas contra la muerte de Amini.

No solo manifestantes sino también periodistas, intelectuales, activistas, artistas e incluso 19 abogados que querían defender a los detenidos durante las manifestaciones se encuentran encerrados en ella.

Por ello, la versión oficial sobre lo ocurrido fue puesta en cuestión, comenzando por los familiares que demandaban respuestas el domingo en el exterior de la cárcel, así como por ONG.

Las autoridades atribuyeron el fuego a los enfrentamientos entre presos y luego entre presos y guardias que intervinieron para poner fin a la violencia.

«Lo que pasó en la prisión de Evin fue un crimen cometido por agentes enemigos», afirmó el jefe de la Autoridad Judicial, Gholamhossein Mohseni Ejei. La agencia oficial iraní Irna sostuvo que los disturbios en Evin «no tienen nada que ver» con las manifestaciones, que entraron en su quinta semana a pesar de la represión que ya ha provocado al menos 122 muertos, entre ellos niños, según Iran Human Rights (IHR), que rechazó las explicaciones oficiales sobre el incendio.

Varios de los presos extranjeros pudieron contactar con sus familias y confirmar que se encontraban a salvo pero la familia del activista iraní Hossein Ronaghi aseguró que fue objeto de malos tratos y «apenas podía hablar».

A la vez, la Guardia Revolucionaria iraní comenzó una demostración de fuerza con ejercicios militares en la frontera con Armenia y Azerbaiyán, países en conflicto.