Rusia inicia la evacuación de Jerson, única capital en sus manos
Rusia ha comenzado a evacuar la ciudad de Jerson ante el avance de las tropas de Ucrania, que advierte de que con ello se prepara para bombardearlas «una vez liberada». En plena tensión y cruce de acusaciones sobre ataques en Zaporiyia, los ucranianos tratan de resistir la ofensiva rusa en Bajmut, en el Donbass.
Las autoridades prorrusas de Jerson, en el sur de Ucrania, comenzaron a evacuar a los ciudadanos de la capital, del mismo nombre, ante la inminencia de una gran batalla que la parte ucraniana también da por hecho, con acusaciones cruzadas entre los dos bandos.
La Administración afín a Moscú instó a la población de la ciudad a irse cuanto antes, en previsión de una ofensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Vladimir Saldo, alcalde prorruso de la única capital provincial a manos de Moscú, cuantificó en entre 50.000 y 60.000 los vecinos que serán evacuados a territorios ocupados al otro lado del río Dniéper y a Rusia.
La Administración de la localidad de Alyoshki, situada en la margen izquierda del Dniéper y ciudad satélite de la capital provincial, confirmó el comienzo de la evacuación.
«Se han habilitado transbordadores que trasladan a la gente de Jerson a Alyoshki y a Gola Pristan. Allí se creará un centro de emplazamiento temporal, desde donde serán distribuidos a los destinos en base a los deseos de cada uno», explicó.
Saldo llamó la víspera a la población a abandonar cuatro municipios del extrarradio y cifró en más de 5.000 los vecinos evacuados en los dos últimos días. Además, advirtió de que se prohibirá durante siete días el regreso de civiles no autorizados. Confirmó que la Administración prorrusa trasladará su sede a la margen izquierda del Dniéper.
Los servicios de emergencias locales denunciaron un intento de bombardeo de la ciudad por parte del Ejército ucraniano y reivindicaron el derribo de cinco misiles.
El vicegobernador prorruso, Kiril Stremusov, aseguró que el Ejército ruso «fortalece la línea de defensa para repeler cualquier ataque» y añadió que «nadie tiene la intención de retirarse». No obstante, el general ruso Serguei Surovikin reconoció que «es posible que tengamos que tomar decisiones difíciles».
El gobernador de Nicolaiev, Vitali Kim, aliado de Kiev, acusó en cambio a las tropas rusas de evacuar a la población rusófona para bombardear luego Jerson «una vez liberada». En este sentido, aseguró que son las fuerzas ocupantes las que han comenzado a preparar la zona para futuros combates. La Presidencia ucraniana, acusó a Rusia de atemorizar a los habitantes de Jerson con «falsas noticias de bombardeos».
La región ucraniana de Jerson fue una de las cuatro cuya anexión firmó el presidente de Rusia, Vladimir Putin, a pesar de que las fuerzas rusas no controlan la totalidad del territorio. Es más, en el último mes de contraofensiva, Ucrania ha logrado recuperar el control de prácticamente toda la provincia a excepción de la capital, que tenía 300.000 habitantes antes de la invasión. Por otro lado, las autoridades rusas de la región de Zaporiyia acusaron a Kiev de lanzar un bombardeo contra la ciudad de Energodar y de atacar, entre los objetivos, el área donde se encuentra la central nuclear de Zaporiyia, bajo control ruso desde marzo, hacia donde habrían sido lanzados hasta nueve obuses M777 de fabricación estadounidense.
Los misiles ucranianos alcanzaron un puente de acceso a la ciudad y una subestación eléctrica y el alcalde, Alexandr Volga, afirmó que el ataque dejó Energodar a oscuras. El alcalde reconocido por Kiev, Dimitro Orlov, admitió que la ciudad fue bombardeada y que resultó dañada una de las subestaciones de la central nuclear y parte de un edificio del gobierno local, pero lo atribuyó a las tropas rusas.
Por su parte, el activista prorruso Vladimir Rogov, líder del movimiento ‘Juntos con Rusia’ en la región de Zaporiyia, advirtió de un intento ucraniano de desembarcar más de 30 lanchas, con combatientes de tropas especiales, en las inmediaciones de Energodar con el fin de tomar la planta nuclear, un ataque que habría sido repelido por las fuerzas rusas.
«El combate ha durado varias horas, no menos de tres o tres y media. El intento de desembarco ha sido rechazado», señaló Rogov.
Combates en Bajmut
En la otra cara de la moneda de la guerra, el Ejército ucraniano mantiene a duras penas el control de la mitad norte y oeste de Bajmut, localidad estratégica de 70.000 habitantes antes de la guerra y situada a un centenar de kilómetros de Donetsk, capital de la provincia del mismo nombre.
El propio presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, reconoció que Bajmut, donde las milicias prorrusas han lanzado una ofensiva desde el este y sur tras tomar el control de los barrios del extrarradio de Opytine e Ivangrad, es el «punto más complicado» para el Ejército ucraniano.
Los servicios secretos británicos aseguran que batallones de mercenarios rusos de la compañía Wagner han reforzado la ofensiva para capturar esta ciudad estratégica. Evgueni Prigojine, responsable del grupo mercenario ruso, anunció que sus hombres están erigiendo una línea de fortificaciones y de defensa en Lugansk, la otra provincia del Donbass, amenazada igualmente por la contraofensiva ucraniana.
Berlusconi presume de su amistad con Putin
Apenas unas horas después de que el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi anunciara que su partido, Forza Italia, ocupará, entre otros, los Ministerios de Asuntos Exteriores y Justicia -el magnate tiene abiertos varios frentes en los tribunales- en el Gobierno que ahora se negocia, salieron a la luz unos audios que podrían suponer un escollo en esas conversaciones.
En la grabación, difundida por la agencia LaPresse, se escucha decir al magnate en un acto a puerta cerrada con parlamentarios de su formación que «los ministros rusos han dicho que estamos en guerra contra ellos porque proporcionamos armas y financiación a Ucrania. Personalmente, no puedo expresar mi opinión porque si se cuenta a la prensa sería un desastre, pero estoy muy, muy, muy preocupado».
Y continúa explicando que, «después de mucho» ha vuelto a tener «bastante contacto» con el presidente Putin, «que por mi cumpleaños (29 de setiembre) me ha mandado 20 botellas de vodka y una carta amabilísima. Le he respondido con botellas de (vino) Lambrusco y una carta igualmente gentil».
Berlusconi, además, confiesa que el presidente ruso le considera «el primero de sus cinco verdaderos amigos».
Su formación alegó que se trata de «una vieja historia contada a sus parlamentarios sobre un episodio de hace muchos años» e insistió en que el ex primer ministro está en consonancia con la UE y EEUU. Pero, poco después, salió a la luz una segunda grabación en la que Berlusconi critica a Ucrania por incumplir el acuerdo firmado en Minsk y comenzar «a atacar las fronteras de las dos repúblicas» en el Donbass.
«Las dos repúblicas sufren víctimas entre los militares que llegan, me dicen, a 5.000, 6.000, 7.000 muertos. Llega Zelensky: triplica los ataques a las dos repúblicas», recalcó Berlusconi, tras lo que añadió que, posteriormente, se envió una delegación a Moscú para hablar con el presidente ruso.
La Comisión Europea respondió que estos contactos debe ser para pedir a Moscú que detenga la guerra. GARA