El presidente italiano, Sergio Mattarella, inició ayer la ronda de consultas para la formación del nuevo Gobierno que deberá encabezar Giorgia Meloni, líder de Fratelli d'Italia, el partido posfascita vencedor de las elecciones y para quien Silvio Berlusconi, líder de Forza Italia, socio de la coalición de derechas, se ha convertido en un quebradero de cabeza.

Las consultas, que durarán cerca de dos días, comenzaron en plena crisis en la coalición de derechas tras la difusión de dos audios en los que el ex primer ministro Berlusconi ensalzaba su amistad con el presidente ruso, Vladimir Putin, y criticaba a su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky, por «triplicar» sus ataques al Donbass y provocar la invasión de Rusia.

En un momento de esta segunda grabación, se le escucha decir que «otro riesgo» es que «lamentablemente en el mundo occidental no hay líderes, ni en Europa ni en EEUU».

Esas declaraciones amenazan el futuro Ejecutivo de derechas antes de que su nacimiento y obligaron a reaccionar de inmediato a Meloni para reiterar su posición «clara e inequívoca» a favor de la Unión Europa (UE) y de apoyo a Ucrania. «Quien no esté de acuerdo con esto no podrá formar parte del Gobierno», añadió Meloni, que necesita de Forza Italia y de la Lega para sumar una mayoría.

Berlusconi trató de rectificar y en una nota dijo que eran declaraciones dictadas por la «preocupación». Quiso aclarar que su «posición personal y la de su partido, Forza Italia, es la misma de la del actual Gobierno italiano, a favor de la UE, de la Alianza Atlántica, la crisis en Ucrania y demás asuntos internacionales». También subrayó que sería «imposible lograr la paz si los derechos de Ucrania no se protegen adecuadamente».

El caos en la derecha sembrado por Berlusconi hace temblar incluso el casi seguro nombramiento como ministro de Exteriores del miembro de Forza Italia y vicepresidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani.

Mattarella consultará a todos los grupos parlamentarios y, al término de la ronda, es más que probable que encargue a Meloni formar un nuevo Ejecutivo. Sería de la primera vez en la historia de la República de Italia que una mujer llega a primera ministra.