Al contrario de lo que sucedió en el primer mes y medio de. competición, el Eibar suma ahora fuera lo que se le escapa en casa. Dos victorias ha celebrado en las seis últimas jornadas, ambas lejos de Ipurua.

La que consquistó ayer en La Rosaleda alivia su situación clasificatoria, que se estaba viendo comprometida, en el arranque de una semana muy exigente, en la que recibirá al Lugo el miércoles y visitará a Las Palmas el domingo. Y recompensa los méritos de un equipo que consiguió que todo el afán ofensivo del Málaga se estrellara casi siempre antes de pisar el área y a la contra generó más ocasiones claras que su rival.

Un equipo inédito, con Zidane por segunda jornada consecutiva y Nolaskoain y Troncho titulares por primera vez, por las numerosas bajas -a la sanción de Matheus se le unen las lesiones, de distinta gravedad, de Ríos Reina, Arbilla, Bautista, Chema, Rahmani y Berrocal-. También hubo cambio de dibujo, con tres centrales y más libertad para los laterales, que le sentó fenomenal a un Eibar que sentenció en el 21 forzando y aprovechando un error defensivo.