El «alcorconazo» condenó al Eibar a seguir en Segunda y, ya sin ayuda millonaria al descenso, a meter la tijera para cuadrar las cuentas. El plan a tres años diseñado por el club tirando de ahorros recorta gastos en casi todas las partidas pero le permite mantener, hasta cierto punto, músculo en el campo. Y, efectivamente, los recortes no se notan por ahora en el verde, donde el equipo cierra el primer tercio de la temporada con unos números muy parecidos a los de hace un año. Hasta el cierre ha sido similar, ganando por la mínima con un gol en el descuento, entonces al Oviedo, ahora al Lugo.

Los azulgranas completan este primer tercio con 27 puntos, dos menos que la temporada pasada a estas alturas, cuando habían logrado una victoria más y un empate menos. En los dos casos, la mayoría de esos puntos los han sumado en casa. Fueron 16 el año pasado y ahora el desequilibrio es mayor (17 puntos en casa, ocho a domicilio) aunque en las últimas jornadas se va reduciendo porque el equipo ha ralentizado el ritmo en Ipurua pero a cambio lo ha acelerado rotundamente como visitante, con dos victorias y un empate en sus cuatro últimos desplazamientos.

También ha mejorado atrás el Eibar, que ha encajado doce goles (cuatro menos que hace un año) y ha dejado su puerta a cero en seis de los 14 partidos que ha disputado (cuatro la temporada pasada) pero le cuesta más asomarse al rival: cierra este primer tercio con 17 goles marcados frente a los veinte del año pasado y se ha quedado sin marcar en cuatro, cuando entonces fueron tres.

Los guipuzcoanos tienen dos puntos menos y están dos puestos más abajo en la tabla que hace un año pero también más cerca del liderato. Entonces les separaban cuatro puntos del Almería y ahora están a sólo dos del Burgos.

Es difícil valorar si la situación es mejor porque también hay mucho más equipos apiñados. Es complicado enlazar victorias -el Eibar no lo ha logrado hasta estos dos triunfos consecutivos ante Málaga y Lugo- y todos los equipos se lastiman entre sí. Si hace un año había nueve puntos entre el líder Almería y el Sporting, primer equipo por debajo del play-off, ahora son seis y podrían ser sólo tres cuando acabe la jornada. Para alcanzar los nueve puntos de distancia hay que bajar hasta la 13ª plaza.

NOMBRES PROPIOS

También aparecen nuevos nombres propios aunque algunos ya vistieran la camiseta azulgrana la temporada pasada. Como entonces, más aún ahora, las bajas han condicionado los planes de Gaizka Garitano, sobre todo en defensa, pero el técnico va definiendo un once tipo en el que Aketxe ocupa la vacante de Expósito y Matheus ha desplazado a Javi Muñoz al banquillo, aunque el madrileño se mantiene entre los más utilizados de la plantilla, alternando entre el pivote y la media punta. Imanol también se ha adueñado del lateral izquierdo aunque su entrenador tampoco tiene muchas más alternativas, con Ríos Reina en la enfermería desde hace dos meses.

Sí tienen competencia pero se confirman insustituibles Tejero, Sergio, Stoichkov y Corpas. Una etiqueta que no ha podido colgarse ninguno de los porteros. Ya el año pasado hubo relevo en la portería durante este primer tercio, en el que Yoel disputó seis partidos y Cantero ocho, y la historia se repite. En unas circunstancias más complicadas para el entrenador y los propios protagonistas por el inexplicable fichaje de un tercer portero, es precisamente el último en llegar el que apunta ahora mismo a portero titular. Al menos lo ha sido Luca Zidane, y con buena nota, en estos tres últimos partidos, enviando al banquillo a un Yoel que había jugado los once anteriores.

Aunque no es titular indiscutible, ni mucho menos, en estos últimos encuentros también reclama protagonismo Quique González. Con tres goles -que se han traducido en siete puntos- es ya su mejor temporada como armero.