Con siete puntos cierra el Eibar su mejor semana. El último lo logró anoche en el Gran Canaria. Con pena porque no le sirve para superar a Las Palmas en la tabla y alcanzar el ascenso directo en una jornada en la que habían acompañado muchos resultados pero, sobre todo, con alivio, visto que llegaba a la cita con el gancho teniendo que disputar tres encuentros en ocho días con la enfermería llena y por cómo se desarrolló el partido, en el que se adelantó Las Palmas, que en la segunda parte tuvo ocasiones suficientemente claras como para ganar.

Gaizka Garitano refrescó el once para alinear casi idéntico al de La Rosaleda, en nombres y dibujo. La intención también era parecida, dejar que el rival sobase el balón en zonas poco comprometidas y buscar el gol a la contra. No le salió igual porque Las Palmas no es el Málaga y el Eibar estaba menos fresco que hace una semana, así que se plantó en el área local con menos claridad y asiduidad que entonces pero sí volvió a evitar que el rival generara ocasiones claras.

Así las cosas, hicieron falta dos errores para que se moviese el marcador. El de Zidane en un córner lo aprovechó Álex Suárez y el de Curbelo en una contra, Corpas.

Después el partido siguió igual hasta que en la recta final los canarios se emperraron más en marcar y al Eibar le fue costando cada vez más frenar sus acometidas. Por suerte, apareció Zidane para hacerse perdonar por el gol con dos sensacionales paradas ante Saúl Coco y Moleiro. En el último minuto del descuento fue Correa el que sacó el balón junto a la línea para salvar un punto muy celebrado.