Ocasión inmejorable para ganar al Barcelona por falta de valentía

Los rojillos se adelantaron muy pronto en el marcador y jugaron en superioridad numérica durante una hora, pero en la segunda parte pecaron de excesiva complacencia, lo que derivó en el empate y en el tramo final no estuvieron bien en las marcas.

Osasuna perdió una inmejorable oportunidad para, al menos, sumar algún punto frente a un Barcelona contra las cuerdas, que se marchó al descanso por detrás en el marcador y que jugó una hora en inferioridad numérica. No supo la escuadra navarra aprovecharse de ambas circunstancias favorables, un tanto especulativa en algunas fases del choque.

Y es que tanto el tempranero gol de David García como la expulsión de Lewandowski a la media hora pusieron en bandeja el triunfo para los locales, que en la primera parte sí que supieron interpretar lo que había que hacer para mantener a raya a su poderoso adversario.

Sin embargo, tras el descanso, los de Arrasate dieron la sensación de que podían quedarse con los tres puntos dejando pasar los minutos, cosa que Pedri dejó claro en el inicio de la segunda parte que no iba a ser así. Visto el panorama, el técnico de Berriatua agitó el banquillo y el equipo pareció volverse a meterse con el ritmo que el choque exigía.

Aunque no era cuestión de lanzarse en plan suicida -punto ser punto-, los anfitriones al menos tuvieron mucha mayor presencia en el área de Ter Stegen, aunque siempre con demasiadas precauciones por la entidad del adversario. Y, como suele suceder cuando no se tiene muy claro el plan, pues un error en las marcas propició la arrancada de Raphinha y el 1-2 que ajusticiaba a un temeroso Osasuna.

A partir de ahí, el cuadro navarro lo intentó a la heroica con poco más de cinco minutos por delante y la tuvo con un empalme de Moncayola, pero desafortunadamente el balón tropezó en su compañero Nacho Vidal. Lo sucedido servirá de aprendizaje para otras ocasiones.