GARA
MOSCÚ-KIEV

Rusia se retira de la ciudad de Jerson, cuya defensa ve ya insostenible

El Ejército ruso anunció ayer su retirada de la ciudad de Jerson, la única capital que Moscú tomó bajo su control tras la ofensiva lanzada en Ucrania en febrero, cuya defensa Rusia ve insostenible, en otro revés estratégico que, además, se produce a un paso de Crimea. Las tropas rusas esperan trasladar sus defensas a la orilla oriental del río Dniéper.

Soldados rusos en la presa Kajovka, sobre el Dniéper, donde han reforzado las defensas.
Soldados rusos en la presa Kajovka, sobre el Dniéper, donde han reforzado las defensas. (Olga MALTSEVA | AFP)

El ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, ordenó ayer al jefe de la agrupación de fuerzas rusas que combaten en Ucrania, general Serguei Surovikin, la retirada de la ciudad de Jerson y que adopte «las medidas necesarias para garantizar el traslado seguro de las tropas, del armamento y de los equipos al otro lado del río Dniéper».

Shoigu había admitido ya que la defensa de la ciudad y sus aledaños en la orilla occidental del Dniéper es «inviable» y que tampoco es posible abastecer al contingente militar ruso en la zona.

«No es una decisión fácil», reconoció Surovikin, aunque subrayó que la prioridad para Moscú es proteger la vida de civiles y militares, y estimó en más de 115.000 los habitantes de la orilla derecha de la región que han sido evacuados de la zonas de combate.

Además, acusó al Ejército ucraniano de bombardear objetivos civiles, desde escuelas a hospitales, en su ofensiva por recuperar la ciudad.

«Debemos tener en cuenta la amenaza para la población civil», destacó Shoigu.

Además del revés de perder la capital de la región y de sumar un nuevo paso atrás en la ofensiva -tras los repliegues en el norte y, luego, en Jerson-, para Moscú la decisión presenta el agravante de que se produce en una región estratégica, que limita con la península de Crimea, verdadero baluarte ruso y que ahora queda más al alcance de los misiles ucranianos. El Ejército de Kiev inició en agosto la ofensiva sobre la región y en las últimas semanas ha acumulado a las puertas de la ciudad tropas, artillería, los sistemas antimisiles estadounidenses Himars, tanques y otros medios, bombardeando infraestructuras y preparando una gran operación, aunque temía verse atrapado en una sangrienta batalla urbana.

Las fuerzas rusas se preparaban también, pero contaban con el problema para un eventual repliegue con el río Dniéper a su espalda.

Rusia se anexionó el pasado 30 de septiembre la región de Jerson, junto a las de Donetsk, Lugansk y Zaporiyia, sin controlarlas en su totalidad.

El asesor de la oficina presidencial ucraniana, Mijailo Podolyak, reflejó la cautela ucraniana, que sigue desconfiando de la estrategia rusa. «Las acciones dicen más que las palabras. No vemos señales de que Rusia vaya a marcharse», indicó Podolyak, quien afirmó que todavía hay tropas rusas en la ciudad y que se están redirigiendo hacia la región reservas adicionales.

«Ucrania libera territorios en base a datos de sus servicios de Inteligencia y no a declaraciones escenificadas en televisión», insistió.

Sin embargo, Kiev confirmó que las tropas rusas han volado todos los puentes sobre el Dniéper y ha reforzado sus posiciones en Kozatske y Vesele, cerca de la presa y central hidroeléctrica de Kajovka, para garantizar la seguridad durante la retirada.