De mantenerse los actuales niveles de emisiones de CO2 de forma persistente habrá un 50% de posibilidades de que el calentamiento global supere en los próximos años el objetivo de 1,5°C, una meta que los líderes reunidos en la cumbre climática COP27 de Sharm El Seij dan ya por inalcanzable.

El objetivo fijado sobre las emisiones era una reducción del 45% para 2030 con el fin de llegar a ese aumento de temperatura. Pero pese a promesas y discursos, cada vez parece más lejos.

El nuevo informe de Global Carbon Project -un análisis en el que cada año participan más de un centenar de científicos que examinan tanto las fuentes de carbono como los sumideros- proyecta que las emisiones de CO2 terminarán en 2022 en la cifra récord de 40.600 gigatoneladas en 2022, un 1% más que en 2021.

El aumento se debe principalmente al uso del petróleo (+2,2%), sobre todo por el repunte del tráfico aéreo tras las restriccciones en pandemia y al carbón (+1%), pero también a efectos de la deforestación que arrojarán 3.900 gigatoneladas de CO2 a la atmósfera.

Según la catedrática de Urbanismo Climático en la Universidad de Sheffield y experta del IPCC Vanesa Castán estos desesperanzadores datos apuntan a un incremento en la temperatura media global que sobrepasará el límite de 1,5°C en solo 9 años, es decir, que «el cambio climático va alcanzar, en una sola década, una etapa muy destructiva».

El estudio refleja amplias diferencias entre los mayores emisores. Por ejemplo, estima que en China las emisiones caerán un 0,9% y en la Unión Europea, un 0,8%. Sin embargo, en Estados Unidos el año 2022 terminará con un 1,5% más de emisiones; en India, un 6% más, y un incremento global en el planeta de un 1,7%.

Así, Global Carbon Project estima que para lograr el objetivo de la neutralidad climática de las emisiones de CO2 en 2050 se requerirá reducir al menos 1,4 gigatoneladas de CO2 cada año, es decir, reducir la actividad industrial a un nivel similar al de 2020 a consecuencia de los cierres decretados por la pandemia.

Insuficiente

Aunque sigue creciendo la cantidad de emisiones, a largo plazo lo hace a un ritmo menor. Frente al pico de incremento de un 3% anual durante la década de los 2000, la media del aumento en los últimos diez años ha sido del +0,5% al año.

Pero el profesor Pierre Friedlingstein, del Instituto de Sistemas Globales de la Universidad de Exeter, lamentó que lo que se necesita es su reducción y advirtió de que los líderes reunidos en la COP27 deberán adoptar «una acción significativa» para limitar el aumento de la temperatura global a +1,5°C.

Por otra parte, aunque por el momento el suelo y el océano, que absorben y almacenan carbono, siguen reteniendo alrededor de la mitad de las emisiones de CO2, el cambio climático ha reducido su ritmo de crecimiento de la absorción en torno a un 4% en el caso del océano y de un 17% en la tierra entre 2012 y 2021.

Biden asegura que EEUU cumplirá sus compromisos

Con la ausencia del líder chino, Xi Jinping, la COP27 espera una hoja de ruta sobre sus planes para reducir emisiones de gases de efecto invernadero, sobre todo de metano, uno de los puntos débiles de su política. Este gas, con mayor impacto que el CO2, representa el 10% de las emisiones chinas, sobre todo en la industria minera, la agrícola y de residuos. Su planes dependen, además, de la colaboración con EEUU. El año pasado Pekín y Washington anunciaron su voluntad de trabajar juntos para reducir sus emisiones, pero la colaboración se ha reducido tras las tensiones en torno a Taiwán, y los compromisos en la COP27 no están claros. China prevé alcanzar su pico de emisiones en 2030 y la neutralidad de carbono en 2060. Aunque es una potencia en el desarrollo de energías renovables y protección de zonas naturales, sigue siendo muy dependiente del contaminante carbón.GARA