Joseba ITURRIA
Interview
JULEN IRIZAR
Corredor del Euskaltel-Euskadi

«He visto que me iba a aportar más dejarlo satisfecho y he sido feliz»

El ciclista de Bergara deja el ciclismo con 27 años satisfecho tras seis temporadas como profesional con Euskadi-Murias y Euskaltel-Euskadi. Destaca que las tres primeras fueron las más bonitas, pero también hace un balance positivo de las tres últimas después de cumplir el sueño de vestirse con el maillot naranja. La entrevista se puede leer completa en NAIZ.

(SPRINT CYCLING FUNDACIÓN EUSKADI)

Julen Irizar repasa su trayectoria profesional satisfecho a pesar de reconocer que ha sido un ciclista irregular, por lo que entiende que nunca haya sido seleccionado para correr la Vuelta. Explica las razones por las que ha decidido desde la primavera dejar el ciclismo, con una fiesta de despedida de sus amigos inolvidable en Ordizia.

¿Cómo toma la decisión de dejar el ciclismo?

Ha llegado el momento después de tiempo pensándolo, he visto que me iba a aportar más dejarlo en este momento satisfecho con todos estos años porque he vivido como quería y como me gustaba vivir y eso me ha llevado a ser feliz.

¿Por qué decide dejarlo?

Tampoco le busco una razón exacta. Como todo en la vida, nada es blanco o negro. El cúmulo de ciertas cosas me hace sentir que ahora no disfruto tanto como antes y decantarme por otras cosas por las que siento pasión y quiero ser parte. La bici me limitaba y al final no ha dejado de gustarme ni de disgustarme, pero es el momento de enfocarme a otras cosas que me gustan. Tenemos claro desde el momento que pasas a profesionales que es un deporte muy exigente que obliga a que te centres al 100% y, como en todo, el intentar eso no quiere decir que vaya a salir bien.

¿Cuándo toma la decisión?

Al equipo le comuniqué mi intención después de Ordizia y antes de Getxo. No ha sido algo momentáneo. Todos los años tenía algún momento que lo he pasado mal. Me ponía límites. Si dentro de un año sigo de la misma manera tendré que poner la balanza en marcha. A final del pasado año ya me dije que este era decisivo e iba a hacer todo lo posible para dar el mejor rendimiento y disfrutar lo máximo y luego decidir independientemente de que me quisieran renovar o no. Tengo claras cuales son mis intenciones y por mayo o junio empecé a pensar en si merecía o no la pena y decidí que hasta final de temporada iba a terminar de la mejor manera y que era mi último año.

Durante su carrera, ¿le apena no haber podido debutar en la Vuelta?

El objetivo cuando planificamos la temporada es llegar al nivel máximo y en un equipo así lo más importante que puedes corres es la Vuelta. Soy consciente de que he sido un corredor bastante irregular. En ciertos momentos he dado gran nivel, pero no ofrecía una garantía para una gran vuelta y hay que aceptar esa realidad y, una vez que lo he dejado, no pienso en eso, no le doy mucha importancia.

Sí ha corrido en el World Tour en la Volta y en la clásica de Donostia. ¿Es la carrera más especial que ha conocido?

Le damos un valor porque son las carreras más importantes a nivel deportivo y no deja de ser una experiencia diferente, pero alguna otra que he vivido en el extranjero con un ambiente especial me ha aportado más felicidad. Fue algo muy bonito todo lo que genera una carrera de ese nivel, el ambiente que atrae porque se acercan todos los conocidos, pero no diría que supuso más para mí que otras carreras de menor nivel. Para mí fue muy especial la última clásica de Ordiza viniendo todos los amigos de sorpresa a despedirme y, en cuanto a ambiente, el Tour de Yorkshire que corrimos con Murias o el Tour de Noruega. En general, dejando de lado el nivel deportivo, las que salimos fuera han sido experiencias bonitas.

En Ordizia logró su último podio.

Para mí fue muy especial. A los amigos les comuniqué que era el último año y era la última oportunidad de venir a animarme y me prepararon una sorpresa. Iba con cierta incertidumbre porque llevaba tiempo sin correr, no sabía cómo iba a responder y, dentro de mis posibilidades, me salió todo perfecto. Entré en la escapada, logré la montaña, que para mí era algo secundario, la caída que tuve le sumó un poco de épica y de duda a ellos, que la vieron y no sabían si iba a aparecer al final. Pude acabar, subir al podio, fue un día bonito. Tampoco he logrado muchos podios en mi carrera, pero en Ordizia iba tan contento por el show que me montaron mis amigos que me supo a mucho.

¿Destacaría a algún corredor importante con los que ha coincidido en el pelotón?

No he tenido mucho trato con ellos. Te fijas cuando vas en carrera y Valverde ha sido de los mejores que me parece cercano y amable.

¿Qué quiere hacer ahora?

Sobre todo otras actividades, pasar tiempo con la gente cercana, que es lo que te quita el ciclismo profesional, la libertad de poder hacer ciertas cosas. Tengo bastante claro lo que quiero. En su día cuando pasé a profesionales dejé a medias la carrera y no la retomaré. Tengo otras ideas y me formo para ello.

¿No se ve en el ciclismo?

No es que me quiera alejar. Cuando pueda acercarme a animar a los del equipo les animaré, me sigue gustando el ciclismo, pero mis motivaciones van por hacer otras cosas.

¿Se acuerda de alguien al despedir su carrera?

De mucha gente, de todos los que han pasado por mi lado, que han sido una parte fundamental. Es un deporte que se centra en logros personales, pero individualmente no se consigue nada. Es necesaria toda la ayuda externa de personas que han aguantado mis altibajos estos años.