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Boluarte anuncia elecciones en 2024 pero arrecian las protestas

Ni el adelanto electoral ni la declaración del estado de emergencia en varias regiones que anunció la presidenta de Perú, Dina Boluarte, frenaron las protestas que exigen comicios ya y la liberación del destituido Pedro Castillo, y en las que han muerto ya cuatro personas.

La Policía toma posiciones en el aerpuerto internacional de Arequipa, ocupado por manifestantes defensores de Pedro Castillo. (Diego RAMOS | AFP)

El anuncio que hizo la presidenta de Perú, Dina Boluarte, para adelantar las elecciones generales a 2024 (se tenían que celebrar en 2026) no logró acallar las protestas que reclaman comicios ya y la liberación del destituido Pedro Castillo, y en las que se han producido ya al menos cuatro muertos.

Boluarte anunció además un proyecto de ley que incluye reformas constitucionales como la introducción del delito de corrupción como una causa para destituir a un presidente de la República, la instauración de un Congreso con dos cámaras o la reforma del sistema de partidos, entre otras.

Pero Boluarte y su Gobierno tendrán difícil tanto llegar a 2024 como sacar adelante esta reforma sin un partido que los apoye en un fragmentado Congreso que con Castillo no dejó de lanzar ataques al Ejecutivo y se convirtió en un campo de batalla político.

A la vez, en la calle se mantiene la protesta de sectores que defienden a Castillo y piden elecciones inmediatas a pesar de que Boluarte anunció el estado de emergencia en las regiones de Ica, Arequipa y Apurimac. En esta última, en la localidad de Andahuaylas, la represión policial mató el domingo a un menor de 15 años y un joven de 18, y la Policía ayer lanzó gas lacrimógeno contra la nutrida comitiva de su entierro y traslado de los féretros. Un tercer muerto se produjo ayer en Chinchero, en esta misma región, y la cuarta víctima se registró tras la intervención de fuerzas policiales contra los manifestantes que ocuparon las instalaciones y pistas del Aeropuerto Internacional Alfredo Rodríguez Ballón, en Arequipa, la segunda ciudad del país. El operador Aeropuertos Andinos del Perú aseguró que incendiaron la caseta de control, por lo que cerró el aeródromo y suspendió las operaciones.

A la vez, al menos 25 puntos de la red de carreteras, entre ellas las panamericanas Sur y Norte, fueron cortadas con la quema de ruedas y contenedores por manifestantes que pedían la renuncia de Boluarte y el cierre del Congreso.

Las protestas son mayores en ciudades del sur, donde Castillo cuenta con más apoyo desde su etapa sindicalista, como Cuzco, Ica, Puno, Abancay, Uyacali, Tacna o la propia Arequipa. Castillo permanece detenido tras ser destituido por el Congreso cuando intentó disolver el Legislativo y formar un Ejecutivo de emergencia.