Natxo MATXIN
ALAVÉS

Afortunadamente se termina un diciembre maldito

La escuadra babazorra encadenó su cuarto traspiés seguido en La Rosaleda, derrotas todas ellas que las ha cosechado a lo largo de este fatídico mes que ya concluye a nivel competitivo.

Lo mejor para el Alavés es que concluya este 2022.
Lo mejor para el Alavés es que concluya este 2022. (Raúl BOGAJO)

Maldito diciembre. Antes de comenzar tan funesto mes, el Alavés llevaba solo una derrota y una docena de goles encajados. Ahora, la escuadra babazorra acumula cinco tropiezos y llega a la veintena de dianas en su contra. La mala racha del final de este 2022 tuvo su prolongación en La Rosaleda, donde el equipo cayó por un gol de Chavarría de cabeza anotado al inicio de la segunda parte.

En todo caso, el primer tiempo resultó bastante equilibrado, con llegadas por ambos bandos, si bien las locales resultaron más peligrosas que las de los babazorros. De hecho, los de Pepe Mel ya inquietaron sin que se hubiera cumplido el primer minuto de juego. Chavarría, a la postre decisivo, probó con un empalme bastante centrado y bombeado que Sivera detuvo sin mayores complicaciones.

Más cerca estuvieron los malacitanos del 1-0 en una contra muy bien llevada y con el cuadro vasco replegándose de manera desordenada en el 17. El guardameta albiazul sí que tuvo que emplearse bastante más a fondo ante el remate prácticamente a bocajarro del veterano Rubén Castro, que lo sacó con su pie derecho en una parada de balonmano.

Le costó algo más de media hora al Alavés fabricar una ocasión de verdadero mérito. Toni Moya, llegando desde atrás, empaló en el 34 una asistencia desde la derecha de Tenaglia, pero su golpeo, defectuoso, acabó marchándose por encimna del larguero.

El Málaga le dio la réplica a la ocasión vasca con un disparo de Jozabed en el 37, duro y raso, pero que no encontró los tres palos. Más clara fue la del babazorro Abqar apenas un minuto más tarde cuando, tras falta lateral, no consiguió conectar con la cabeza el envío y sí con el hombro, lo que no le permitió darle la dirección adecuada para inquietar a un Yáñez que hizo la estatua en la jugada.

Todavía tuvo tiempo el Alavés para intentar ponerse por delante en el marcador antes del descanso, pero la escuadra arabarra tuvo ayer el punto de mira desviado. Toni Moya volvió a probarlo con otro disparo alejado y desviado.

A REMOLQUE

Al Glorioso le tocó remar a contracorriente desde el minuto 52, momento en el que permitió una incursión de Villalba por el costado izquierdo, quien sacó una golosina de centro para que, Chavarría, entrando con contunden- cia en el área, rematase de cabeza adelantándose a su par. Antes del 1-0, los visitantes gozaron de una jugada individual de Abde, que se metió hasta la cocina, pero al que Yáñez le taponó muy bien su disparo sin excesivo ángulo.

García Plaza movió banquillo con un triple cambio muy ofensivo, metiendo a Jason como lateral, a la búsqueda de una igualada que no terminaría de producirse. Los continuos parones y reemplazos fueron además frenando el ritmo del envite para beneficio de un equipo local que se encuentra en una posición clasificatoria más que delicada.

Por si fuera poco, el duelo se fue enrareciendo, generándose una trifulca en la banda a consecuencia de unas palabras de reproche que le dirigió el preparador local, Pepe Mel, a Abqar casi con el tiempo reglamentario concluido.

Pese a todos estos parones, el Alavés aún dispuso de un último lance para empatar. En el 96, Salva Sevilla enganchó un empalme al borde del área, pero no encontró portería. Lo mejor, que el 2022 ya concluye competitivamente hablando.