EDITORIALA

Otro intento de Macron de recortar las pensiones

La fuerte contestación social durante el invierno previo a la pandemia obligó a Macron a retirar su propuesta para reformar las pensiones del Estado francés. Tres años más tarde, la primera ministra, Élisabeth Borne, ha presentado una nueva propuesta en la que plantea retrasar dos años la edad de jubilación y alargar el periodo de cómputo para cobrar la pensión completa. El plan compensa estos recortes con un aumento de la pensión mínima en lo que parece un intento de desactivar, o al menos dividir, la fuerte oposición que espera el Ejecutivo. De momento, hasta el moderado sindicato CFDT, que no participó en las anteriores huelgas, se ha posicionado contra la propuesta de reforma.

Este nuevo plan viene avalado por el presidente, Emmanuel Macron, que insiste en que las reformas son necesarias para salvar el sistema actual que se ha vuelto insostenible. Una afirmación que contradice el Conseil d'Orientation des Retraites, un organismo estatal que en un informe del pasado otoño señalaba que las pensiones puede tener un ligero déficit algunos años, pero que a partir de 2030 volverán a una situación de equilibrio, incluso sin reformas. No parece, por otra parte, que las pensiones puedan peligrar por un ligero déficit cuando, como ha ocurrido este pasado año, los estados europeos han multiplicado el gasto militar a voluntad. Una vez más, la cuestión es de prioridades políticas; y el Estado francés ya dejó claro cuáles eran las suyas en el documento que remitió a la Unión Europea: planteaba compensar las reducciones fiscales a las empresas con reformas estructurales, esto es, con recortes en el estado de bienestar. Lo que realmente amenaza el futuro de las pensiones, por tanto, no es la insostenibilidad del sistema, como subraya Macron, sino las crecientes ayudas de los estados al capital.

En Europa todas las reformas de los sistemas de pensiones en curso están impulsando una redistribución de la riqueza social en favor del capital. En eso consiste el principal peligro que amenaza las pensiones de la clase trabajadora, y no en la cuantía de las pensiones, la demografía o las cotizaciones sociales. Conviene no olvidarlo.