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COPA

Faltó colmillo en Mendizorrotza para dejar en la cuneta a otro Primera

Los albiazules fueron mejores que el Sevilla, pero la eliminatoria se decidió al inicio de la segunda parte, gracias a un cabezazo en plancha de Rakitic a centro templado de Jesús Navas, en una de las escasas ocasiones con peligro que generaron los visitantes.

El Alavés se vació, pero no tuvo premio. (Raúl BOGAJO | FOKU)

El Alavés fue superior al Sevilla, pero le faltó colmillo en Mendizorrotza para dejar en la cuneta a otro Primera. Los de Luis García Plaza firmaron un encuentro más que meritorio para plantarse en los cuartos coperos, pero se les nublaron las ideas cuando se plantaron ante Dmitrovic, que fue el mejor de los suyos evitando que los locales marcasen en varios lances.

De hecho, fueron los anfitriones quienes mejor entraron al encuentro, disponiendo de las mejores ocasiones y con Owono como espectador privilegiado. Sin embargo, le faltó acierto a la escuadra albiazul para transformar varios robos cercanos al área en goles, con Jason como espoleta de cada una de esas pérdidas que, las más de las veces, acabaron en saques de esquina.

De uno de esos múltiples saques de esquina llegó la más clara oportunidad local, superada la primera media hora de partido. Tras un primer envío, el balón acabó en las botas de Luis Rioja, que enganchó un empalme que se colaba pegado al poste, pero Dmitrovic sacó una mano salvadora para evitar que el cuero acabase en las mallas, lo que hubiera sido un premio merecido al esfuerzo local.

Mientras tanto, el Sevilla, con un buen número de titulares en sus filas, se atascaba en su salida de balón y solo inquietaba al filo del descanso tras disparo arriba de Lamela como consecuencia de un fallo en la conducción de Balboa.

MAZAZO

De manera injusta, el Alavés se encontró con un mazazo apenas regresado de vestuarios. Una recuperación de Jordán y posterior apertura al costado derecho dio lugar al centro del recién entrado Navas para poner un centro templado que cabeceó en plancha Rakitic en el 48. Lejos de acusar el golpe y amilanarse, los babazorros siguieron en su buena línea y metiendo miedo a balón parado, con una precisa falta de Jason, pero a la que le faltó potencia para que no llegase la mano de Dmitrovic.

Pese al control total local, la ausencia de puntería penalizó el enorme esfuerzo de un equipo que, cuando encontró los tres palos, volvió a toparse con el buen hacer del guardameta sevillista. Así, impidió el empate en el descuento a tiro de Jason, en el que se pidió penalti por toquecito de Acuña.

Con el depósito ya vacío, el Alavés aún tuvo resuello para generar otra jugada peligrosa rozando el pitido final. Salva Sevilla se encontró con un balón en el área, pero el almeriense cruzó en exceso la pelota, que salió rozando el poste.