GARA Euskal Herriko egunkaria
OSASUNA

Los rojillos siguen gafados y suman su novena derrota seguida ante el Atlético

Un desmarque vertical rompiendo líneas y una precisa asistencia propiciaron el gol de Saúl en el minuto 75 que prolonga la mala racha que acumula la escuadra navarra frente a la colchonera, precisamente cuando mejor estaban jugando los de Arrasate.

Moi, trabado en un lance que Alberola no consideró como falta, tuvo la más clara ocasión. (I.U. | FOKU)

Una colada vertical rompiendo líneas y un preciso envío largo le sirvieron al Atlético de Madrid para volver a ganar en El Sadar y sumar la novena derrota consecutiva de Osasuna ante los colchoneros, una negativa racha que va camino de la década. Saúl, que no marcaba con su equipo desde hacía dos años, fue el autor de un gol en el minuto 75 que, a la postre, resultó definitivo para el marcador final.

Paradójicamente, el tanto llegó cuando mejores sensaciones estaban desplegando los anfitriones, pero entre el despiste defensivo local y la precisión quirúrgica visitante para acompasar asistencia y desmarque, los tres puntos acabaron por volar de Iruñea, una peligrosa tradición en los últimos tiempos cada vez que rinde visita la escuadra madrileña al estadio iruindarra.

Ya parecía de antemano bastante improbable que el conjunto navarro encadenase dos triunfos de campanillas consecutivos tras el pase copero frente al Sevilla, pero el buen momento de forma de los de Jagoba Arrasate animaba al logro. Además, tampoco estaba muy claro cómo iban a afrontar los colchoneros el envite después de caer en esa misma competición ante el Real Madrid, pero obligados por quedarles ya solo la Liga como salvavidas de la actual temporada.

Por dichas circunstancias y por las rotaciones ante tanto trasiego de partidos, el choque se convirtió en una partida de ajedrez durante la primera parte, en la que primó la horizontalidad y la posesión en medio campo frente a los acercamientos con peligro. Ambos contendientes dispusieron de sus fases de control, pero es cierto que los visitantes firmaron las ocasiones más claras con un activo Griezmann como director de orquesta.

A ello contestó Osasuna con orden y trabajo, hasta que su rival aceleró el pulso del envite al comienzo de la segunda parte, lo que provocó que el entrenador rojillo moviera piezas metiendo más cemento y físico en la medular, algo que agradeció el equipo al generar sus mejores oportunidades, la más clara la que tuvo Moi Gómez en el 63, abortada con un paradón de Oblak.

INESPERADO

Los oxigenados anfitriones le habían dado un giro al duelo y apuntaban a cotas mayores que un empate, pero se encontraron con el inesperado sopapo que fabricaron el campeón mundialista De Paul y el ahora poco utilizado Saúl para poner a los suyos por delante. Y ello, lógicamente, aceleró las tendencias de uno y otro lado.

Adelantando líneas, Osasuna se volcó a la búsqueda del empate y dejando importantes huecos que el Atlético intentó aprovechar para finiquitar el choque, pero fue entonces cuando Aitor mantuvo al cuadro navarro con opciones. Un tanto a la desesperada y metiendo a toda su artillería en el campo -dos arietes-, los locales agobiaron a su contrincante hasta el pitido final de un Alberola Rojas que, sin fallar en ninguna jugada decisiva, tampoco estuvo muy ecuánime en jugadas similares.

Una primera vuelta de números europeos

La derrota ante el Atlético no empaña para nada la sobresaliente primera vuelta liguera que ha protagonizado Osasuna. Los 28 puntos que ha sumado durante la mitad del campeonato no solo ponen a tiro la que sería cuarta permanencia consecutiva sin apuros, sino que suponen números para pelear por un puesto europeo.

Las semifinales coperas redondean el gran trabajo que viene realizando el cuerpo técnico comandado por un Jagoba Arrasate que restó importancia al tropiezo e hizo un llamamiento para valorar las cifras que han logrado hasta ahora los suyos. Entrando en análisis sobre el duelo frente a los colchoneros, el preparador de Berriatua lo calificó de «equilibrado» hasta que se rompió con el 0-1 de Saúl.

«Cuando mejor estábamos, ha llegado ese gol. A partir de ahí, ellos han tenido opciones para el 0-2, hemos terminado de pie hasta la última acción, pero ya era muy difícil», concedió el míster vizcaino.

Aunque puso de manifiesto que «la gente que ha entrado ha estado bien», en lo que ha supuesto que «hemos sacado un once competitivo», también matizó que «con los cambios, se ha notado que le hemos dado una vuelta de tuerca. Ahí el equipo ha tenido más energía».

Ahora Osasuna iniciará la segunda vuelta y el próximo febrero con sendas visitas al Espanyol y Valladolid, rivales que andan inmersos en la lucha por no entrar en descenso. N.M.