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JERUSALÉN

Nuevas medidas contra los palestinos exaltan la violencia de los colonos

La vuelta de tuerca del Gobierno israelí en las medidas de venganza contra la población palestina -con un refuerzo de la ocupación y castigos a los familiares de autores de ataques- y el llamamiento a portar armas a la población israelí exaltó la violencia de los colonos judíos, que intensificaron los ataques contra la comunidad palestina.

Un palestino junto a las pertenencias de la familia de Rateb Hatab Shukairat, cuya casa fue demolida en Jerusalén.
Un palestino junto a las pertenencias de la familia de Rateb Hatab Shukairat, cuya casa fue demolida en Jerusalén. (Ahmad GHARABLI | AFP)

El primer ministro israelí, Benjaminin Netanyahu, había pedido a la población israelí que no se tomara la justicia por su mano tras los últimos ataques llevados a cabo por palestinos, afirmando que Israel ya cuenta con un Ejército y Policía «excelentes» para ese trabajo.

Pero, a la vez, aconsejó a los israelíes que tengan licencia de armas que las utilicen, y añadirá miles de ciudadanos portadores de armas a través de «la aceleración y expansión de la concesión de licencias de armas de fuego», entre otras medidas aprobadas ayer que suponen otra vuelta de tuerca en la venganza contra la población palestina.

Alentados por estas medidas, los colonos que ocupan el territorio palestino no tardaron en aumentar sus ataques ya habituales y tolerados hace años. En uno de ellos murió el joven Karam Alí Salam, de 18 años, por un impacto de bala en el abdomen cerca del asentamiento judío de Kedumim. El equipo de seguridad de la colonia aseguró que era un «terrorista armado».

Las agresiones, con lanzamientos de piedras contra viviendas, coches o personas, comenzaron ya la noche del sábado. También provocaron daños en campos de cultivo e invernaderos.

En Turmus Ayya, a las afueras de Ramala, individuos enmascarados incendiaron una vivienda y un coche palestinos. La ONG Betselem añadió que colonos levantaron una edificación y atacaron a los propietarios palestinos cuando llegaron al lugar. Después prendieron fuego a los vehículos de los palestinos y atacaron a una ambulancia y al equipo médico que llegó para atender a los heridos. Solo en la región de Nablús se contabilizaron 144 de estos ataques en las primeras horas.

Al menos 32 palestinos han resultado muertos en acciones militares o de colonos en lo que va de año.

El repunte de este fin de semana fue desencadenado por una redada militar israelí el jueves en la ciudad de Jenin, en Cisjordania ocupada, que se saldó con la muerte de diez palestinos -el último de ellos sucumbió ayer a las heridas- y fue seguida por el lanzamiento de cohetes desde Gaza y el bombardeo israelí de la Franja.

A esta matanza siguieron varios ataques contra israelíes. El más grave tuvo lugar el viernes a las puertas de una sinagoga en la colonia judía de Neve Yaakov, en Jerusalén, y fue seguido por otro el sábado en el que dos israelíes resultaron heridos y por un disparo contra un restaurante en una colonia judía en Cisjordania.

Por otra parte, el Ejército de Israel mató a un «sospechoso sirio armado» en la frontera de los Altos del Golán, territorio sirio ocupado por Israel.

En este explosivo contexto, llega hoy a Palestina el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, aunque su margen de mediación es muy pequeño dado el contundente apoyo al Gobierno sionista y su objetivo de recomponer lazos con Netanyahu.

Revocación de ciudadanía, más soldados y más colonias

La extensión de licencias de armas de fuego para civiles es solo una parte de las medidas que el Gobierno israelí anunció ayer y que ponen en el punto de mira a las familias de los autores de ataques. Entre ellas se encuentra la revocación de los derechos al seguro social y otras prestaciones, así como de la ciudadanía israelí y sus documentos de identidad, lo que supondría su deportación a Cisjordania. También reforzará las tropas militares y policiales, las detenciones «a gran escala» y la creación de colonias judías en Cisjordania. El Gobierno aprobó igualmente el derribo de la casa familiar del niño de 13 años que hirió a dos israelíes el sábado. De hecho, el ministro de Seguridad Nacional, el ultra Itamar Ben Gvir, explicó que ahora también se derribarán las casas de la familia de los que Israel considere «terroristas» incluso cuando no haya víctimas mortales.GARA