EDITORIALA

La igualdad en la ciencia, un valor científico y social

Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Una jornada que se instituyó con el objetivo de llamar la atención sobre el enorme desequilibrio que existe entre la cantidad de hombres y de mujeres que desarrollan una profesión científica. Visibilizar esa enorme brecha con el fin de reducirla es otro de los fines de este día internacional. Si bien es cierto que poco a poco esa desproporción se va reduciendo gracias a la creciente incorporación de mujeres a actividades científicas, también es cierto que ese desequilibrio es más evidente conforme se avanza hacia arriba en el escalafón tanto académico como profesional.

Muchas son las razones que explican este enorme sesgo. En primer lugar, destaca la poca atención que se pone en impulsar el conocimiento de la ciencia, la ingeniería, las matemáticas y la tecnología entre las niñas. El conocimiento es fundamental para que la opción científica pueda formar parte de una futura elección. En este sentido, son encomiables las cada vez más numerosas iniciativas que tratan de paliar ese desconocimiento. Tampoco es ajeno a ese desequilibrio el hecho de que sobre las mujeres siga recayendo la mayor parte de los trabajos de cuidados, lo que a menudo suele terminar condicionando el desarrollo de su carrera científica. Dificultades que se ve agravadas por el machismo que impera en todas las estructuras jerárquicas y que se traduce en un sesgo antifemenino en los procesos de selección y promoción, lo que se conoce como techo de cristal. Por último, conviene asimismo señalar la menor visibilidad que se da en general a las mujeres científicas, con lo que las niñas cuentan con muchas menos referencias que les sirvan de inspiración.

Alcanzar la igualdad entre mujeres y hombres en las profesiones científicas es una cuestión de justicia, pero no solo. Las mujeres que se dedican a la ciencia pueden además aportar visiones y perspectivas novedosas, lo que sin duda enriquecerá los trabajos científicos. Muchos son los obstáculos a superar pero de la igualdad en el ámbito científico se beneficiarán las mujeres, pero también la ciencia y la sociedad en general.