El informe que Behatokia presentó ayer sobre la situación de las personas presas por motivación política muestra un panorama con importantes claroscuros. Entre los aspectos positivos Behatokia constata notables avances en cuanto a la ubicación geográfica de las personas presas. La gran mayoría está ya en cárceles de Euskal Herria, lo que supone un cambio muy positivo tanto para las personas en prisión como para sus familiares y allegados. Sin embargo, el informe también constata un importante retroceso en materia de progresión al tercer grado. Si al principio los recursos de la Fiscalía a las propuestas de cambio de grado de los centros penitenciarios eran esporádicos, ahora se han vuelto sistemáticos en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, mientras en Nafarroa, la Junta de Tratamiento de la cárcel de Iruñea no ha propuesto ni una sola progresión de grado.

El recurso sistemático por parte de la Fiscalía, así como los endebles argumentos utilizados para recurrir los informes, que, por otra parte, suelen estar ampliamente fundamentados, viene a corroborar que se trata de una obstrucción políticamente motivada. A ello hay que añadir, además, la doctrina dictada a finales del pasado año por el Tribunal Supremo que establecía la suspensión cautelar de las salida de prisión en caso de que se hubiera presentado recurso. Una decisión que refuerza los recursos de la Fiscalía y alarga mucho en el tiempo la aplicación de la progresión de grado. No importa que las personas presas cumplan las condiciones impuestas por la legislación, el Estado español sigue alargando sus penas doce años después del fin efectivo de ETA. Con esta decisión muestra de manera clara que no tiene la más mínima voluntad de encauzar las consecuencias del conflicto y continúa enrocado en un revanchismo que no busca sino alargar el sufrimiento.

La sociedad vasca ha dado notables ejemplos de madurez política en el ámbito de la superación de las consecuencias del conflicto que no ha sido correspondida por un gobierno español que sigue mirando al pasado. A pesar de los obstáculos, ese impulso constructivo encontrará el modo de que los presos puedan alcanzar la libertad.