Mikel INSAUSTI
CREED III

El clan boxístico de Apollo ya tiene futura heredera

La novena entrega de la saga “Rocky” es una película totalmente independiente, que puede ser vista y disfrutada por las nuevas generaciones que no hayan conocido ninguna otra de las anteriores. ¿Es la mejor de todas? Posiblemente, sí. Es algo muy diferente, hecho sin rastro alguno de nostalgia por los tiempos de Sylvester Stallone, ni por la época dorada del boxeo. Supone un gran avance, con un cambio de mentalidad y mucha innovación técnica, al servicio de un espectáculo total de acuerdo con el cambio personificado en Michael B. Jordan, que ha sabido coger las riendas del proyecto para dotarle de una tonificante perspectiva de futuro, representada por su hija en la ficción, una Amara que, al igual que el resto de su familia tiene motivos sobrados para luchar. Aunque es cierto que ha crecido en un lujoso y acomodado hogar, la heredera del millonario campeón que se crió en las calles y centros de acogida, sufre pérdida del habla y la audición de nacimiento, lo que le obliga a ser una niña peleona que quiere aprender cuanto antes a defenderse frente a cualquier discriminación por razón de raza o de otras capacidades.

Además del rejuvenecimiento que ya de por sí aporta este prometedor personaje infantil, toda la historia escrita por los guionistas Keenan Coogler y Zach Baylin está pensada con una intención muy actualizadora. “Creed III” (2023) ofrece una visión acertadísima de la trepidación del mundo actual, en el que todo va, no ya rápido, sino acelerado. El proceso de ascensión y caída de un aspirante al título, que en el pasado seguía una serie de pasos, ahora se los salta una narrativa fulgurante hecha para un presente marcado por su caracter efímero.

“Creed III” (2023) evidencia asimismo la asimilación por parte de la industria de Hollywood del “blaxploitation”, que ha encontrado en el actor afroamericano Jonathan Majors a su estrella, un robaescenas que hace tambalearse al héroe del ring.