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CLAVES DEL ‘CASO NEGREIRA’
Interview
TONI ROCA
Abogado especialista en deporte y CEO de Himnus Football Lawyers

«Se está poniendo en duda la pureza de la competición y eso es lo peor»

Abogado y CEO de Himnus Football Lawyers, Toni Roca sigue de cerca el ‘caso Negreira’ porque le «preocupa como mero aficionado pensar que realmente la competición se está comprando». En esta conversación con GARA, ofrece las claves para entender mejor lo que podría ser «la trama más grave que ha ocurrido en el fútbol español».

(Toni ROCA)

Hace ya un mes que estalló el ‘caso Negreira’. Desde ese día, el mundo del fútbol sigue de cerca todos los movimientos que van emergiendo sobre una presunta trama de corrupción que rodea a uno de los equipos más importantes del mundo: el FC Barcelona. Una trama de corrupción que pone en tela de juicio la pureza de la competición, pues el origen de la investigación de la Fiscalía es el pago de al menos 1,4 millones de euros por parte del club catalán a una empresa propiedad de José María Enríquez Negreira entre los años 2016 y 2018 -después se desveló que los pagos existían desde el 2001 y que la cuantía total era de más de 7 millones-. Por aquel entonces, el exárbitro ostentaba el cargo de vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la Federación Española de Fútbol (RFEF).

Con el fin de aclarar todo lo relacionado con esta trama, las consecuencias que le puede acarrear tanto al FC Barcelona como a los distintos presidentes que ocuparon el cargo durante esa época, GARA contacta con Toni Roca, abogado especialista en deporte y CEO de Himnus Football Lawyers. La Fiscalía ya ha interpuesto una querella contra la entidad, el exvicepresidente del CTA José María Enríquez Negreira, y los expresidentes del club azulgrana Josep María Bartomeu y Sandro Rosell, entre otros directivos. Además, solicitó la declaración de varios testimonios al juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, encargado inicialmente del caso, que ha pasado ya a manos de la Fiscalía Anticorrupción. Los últimos testigos cuya declaración se ha solicitado son el actual presidente, Joan Laporta, el expresidente Joan Gaspart y los exentrenadores del Barça Luis Enrique Martínez y Ernesto Valverde, actualmente en el Athletic.

¿Qué consecuencias penales puede tener para los implicados o para el club?

Consecuencias penales para los implicados pueden ser penas de prisión que van de seis meses a cuatro años. Para el FC Barcelona, lo más lógico es que sea una multa económica.

¿No existe el riesgo de una inhabilitación o de una sanción deportiva?

Es complicado. Por existir, existe. Está claro que no hay que descartar ningún escenario pero son penas mucho más gravosas. El Tribunal las tendría que argumentar mucho. Y son poco practicables. También tienes la inhabilitación para obtener subvenciones de ayudas públicas, para gozar de ciertos beneficios e incentivos fiscales o de la seguridad social. Sanciones como cláusula de locales, descenso a Segunda División, impedir jugar en casa... lo veo poco viable.

¿Es complicado que se demuestre que el FC Barcelona contrató a Negreira para manipular resultados?

Se va a tener que demostrar que, efectivamente, esos pagos tenían un destino diferente al que supuestamente se dice, que es la emisión de unos informes arbitrales. Es poco creíble que el FC Barcelona tenga que pagar a un árbitro en activo para hacer informes arbitrales. Para decir si Mateu Lahoz es muy hablador o si Pérez Burrull enseña muchas tarjetas amarillas o no. Cualquier jugador que está en el terreno de juego te va a saber decir mucho mejor que cualquier árbitro cómo es un árbitro. Porque están jugando con ellos todos los fines de semana y apenas cambian, estamos hablando de 30 árbitros. A lo mejor podría tener sentido un informe de estos puntualmente un año, porque ha habido muchos cambios. Entonces, el objeto de la supuesta contratación es poco claro, es poco creíble. Y luego, lo que de ningún modo se justifica es el importe, está completamente fuera del mercado.

¿Qué valor tiene en esta investigación la denuncia del exárbitro -actualmente en el VAR- Estrada Fernández?

Lo primero, tendríamos que tener acceso a esa querella para poder conocer los términos de la misma. Es un indicio más dentro de todo el procedimiento que el juez debe tener en cuenta a la hora de valorar todas las circunstancias. Aquí no debemos perder de vista que si de lo que se está achacando al FC Barcelona es, teóricamente, el haber realizado esos pagos para obtener unos arbitrajes más beneficiosos o, por lo menos neutrales, necesitas el concurso de los árbitros. La gran mayoría de árbitros que han hablado han negado cualquier influencia de Enríquez Negreira.

La base de esta investigación es, de momento, la corrupción entre particulares.

Dasnil 95 solo tenía un cliente, que era el FC Barcelona. El concepto de esa supuesta contratación es poco claro y el importe es desproporcionado. Nadie paga 500 mil euros al año por unos informes arbitrales. Si no estás pagando por unos informes arbitrales, ¿por qué estás pagando? Y ahí es donde surge la sospecha. Al final, si pagas tanto dinero es porque quieres recibir algo a cambio que tenga un valor equiparable a medio millón de euros. Entonces, la única explicación medianamente plausible es que, evidentemente, el Barça buscaba el favor arbitral.

Ha mencionado que hay poco riesgo de una sanción deportiva, ¿pero cree que las consecuencias que le puede traer todo esto -multas económicas, no poder acceder a incentivos fiscales...- le puede influir en el aspecto deportivo?

Desde el punto de vista deportivo en España, tanto la Ley actual del Deporte como la antigua ley preven que las infracciones muy graves prescriban a los tres años. A pesar de que se consiguiera acreditar que el Barça pagó para, de alguna manera, manipular la competición, no se le podrían poner sanciones deportivas. Ni la Federación Española de Fútbol ni La Liga le podrían poner ningún tipo de sanción. Por tanto, no se vislumbra en el horizonte sanciones de descenso de categoría, de retirada de los títulos que ganó en esos años, ni nada por el estilo. Sí que es cierto que, en el ámbito europeo, por ejemplo, la UEFA en el artículo 4 del reglamento de la competición de la Champions League establece como un criterio de admisión el que los clubes no hayan estado involucrados, ni directa ni indirectamente, en cualquier tipo de actividad tendente a manipular el resultado de una competición, ya sea nacional o internacional. Si finalmente se acredita que el Barcelona pagó a árbitros, la UEFA podría no aceptarle en la Champions.

Y en todo esto, ¿quién sale perdiendo?

Yo creo que nadie sale ganando. La competición se está viendo manchada, se está poniendo en tela de juicio la integridad de la competición, su pureza, la limpieza, y eso es lo peor que puede ocurrir. Por eso La Liga está adoptando una posición tan firme. Ya lo ha dicho el presidente Javier Tebas, que le da igual el club que sea. Aquí estamos hablando de algo mucho más grande que el Barcelona, como es la propia integridad de la competición. Es necesario esclarecer esto porque el aficionado tiene que pensar que la competición es pura. Si se pone en tela de juicio la limpieza de la competición, te cargas el producto.

Por otra parte, Enríquez Negreira se está demostrando como un personaje bastante siniestro. Y su reputación, más allá de que consiga defender que efectivamente le pagaban por esos informes, su forma de actuar con esos mensajes y esos chantajes, evidentemente no lo deja en buen lugar. Y queda muy mal el Barça, porque llevamos ya semanas y no ha conseguido dar una explicación plausible sobre estos pagos. Tanto si pagó por tener arbitrajes más favorables, que por supuesto me parece lo más grave que habría ocurrido en el fútbol español en toda la historia, como si fue víctima de un chantaje o de un fraude por parte de Enríquez Negreira, todos los presidentes que autorizaban esos pagos quedan en una situación muy compleja. Porque en ningún momento te has planteado que estás pagando medio millón de euros a un señor que realmente no te está obteniendo unos arbitrajes favorables. Es que la postura del FC Barcelona es muy difícil de defender. Y surge la sospecha, ese es el problema. El problema de todo es la sospecha. No puede haber la mínima sospecha de que la competición no es limpia.

Lo primero que dijo el actual presidente Joan Laporta es que no era casualidad que la noticia saliese ahora, cuando el Barça es líder y había ganado la Supercopa. ¿Es casualidad o es solo el procedimiento legal?

Yo creo que aquí Laporta se equivoca y ve fantasmas donde no los hay. Creo que yerra el tiro porque esto ni viene de La Liga, ni viene de medios de comunicación de Madrid, todo se empieza a destapar a partir de una inspección fiscal a la sociedad de Enríquez Negreira. Desde mi punto de vista, el FC Barcelona tendría que haber dicho que va a tomar cartas en el asunto, pero no echar balones fuera. Es que estas noticias nunca llueven a gusto a nadie. Si estuviesen mal, pues qué casualidad que nos quieren hundir y si vamos bien, qué casualidad que vamos líderes y nos quieren fastidiar. Me pareció muy poco responsable y muy poco a la altura del presidente de la institución.

¿Y le preocupa el silencio de la RFEF?

La Federación ha salido a dar sus explicaciones, que nos pueden gustar más o menos. Pero creo que debería adoptar un papel mucho más proactivo del que ha adoptado hasta el momento. Porque está implicada de forma indirecta a través del CTA, se está poniendo en tela de juicio el buen nombre de uno de los colectivos más importantes de la competición, y porque que creo que la federación debería velar por esa limpieza y esa pureza de la competición.