Otra portería a cero fuera de casa antes de visitar San Mamés

Después de dos derrotas ligueras consecutivas, la escuadra navarra suma un nuevo punto lejos de El Sadar en un encuentro marcado más por la intensidad que por el acierto, y en el que Jagoba Arrasate reservó a muchos de sus futbolistas titulares.

Después de dos derrotas ligueras seguidas, Osasuna volvió a puntuar, de nuevo fuera de casa y dejando su portería a cero, quizás la mejor conclusión del duelo frente al Mallorca, a la vista de la trascendental vuelta copera de este próximo martes en San Mamés. El técnico rojillo, Jagoba Arrasate, reservó a muchos de sus teóricos titulares en un once que destacó más en la faceta defensiva que por sus aproximaciones a la meta contraria, que solo llegaron en el último tramo del envite.

Y es que tuvieron que quedarse con uno menos los anfitriones para que la escuadra navarra creyese en una posible victoria, que rozaron con los dedos en el descuento, pero que la evitó las meritorias intervenciones de Rajkovic. En el mismo lance, tanto Abde como Moncayola pudieron adelantar al equipo navarro (m.90), como posteriormente en el 94 una peinada de Kike García, todos ellos saliendo desde el banquillo.

INTENSIDAD SIN ACIERTO

Y es que lo único que se pudo destacar del choque fue la intensidad que le pusieron sendos contendientes. Tuvo que llegarse al minuto 66 para ver el primer remate a portería y fue un cabezazo flojito y centrado de Raíllo. De hecho, el más destacado de entre los rojillos fue un Aridane que estuvo muy atento al corte como a la anticipación, tanto por arriba como por abajo. El majorero se ha ganado a pulso ser titular en el derbi copero de Bilbo.

La zaga supo contener a su rival -Herrera no contabilizó ninguna parada a destacar-, también con el punto de mira muy desviado, llevando el mayor peligro en la primera media hora de juego. Si mantiene esa consistencia atrás y sube enteros en ataque, cosa más complicada, Osasuna puede soñar con estar en Sevilla dentro de poco más de un mes.