Exprimieron sus virtudes Real y Athletic pero no están siendo demasiadas esta temporada y tampoco ayer les alcanzó para más que el reparto de puntos. Manejaron el balón las donostiarras para intentar controlar el juego desde la posesion aunque lograron poco más que dormir el partido tras ponerse por delante en el marcador. Y se concentró el equipo vizcaino en defensa para reducir al mínimo las ocasiones locales, lo que no impidió que encajara pero le permitió mantenerse vivo a la espera de su oportunidad.

Casi 8.000 aficionados hicieron frente a la lluvia, torrencial por momentos, para arropar a sus futbolistas y presenciar en directo un empate de más contraste para el Athletic. Porque todo lo que sea sumar le vale para llegar con el máximo colchón a la recta final de la temporada, en la que se enfrentará con muchos rivales directos, pero las dos ocasiones perdidas en la recta final y la constancia de que el triunfo le habría dado un empujón casi definitivo en una jornada de pinchazos para todos sus perseguidores -salvo el Betis que se llevó el directo contra el Sporting en el último minuto- ensombrecen el valor del empate que, en cualquier caso, da continuidad al de la semana pasada cuando también se vio por detrás en el marcador y le permite ampliar a cinco puntos su ventaja sobre el descenso.

Rompió, además, la racha victoriosa de la Real -cuatro triunfos había enlazado en sus últimos enfrentamientos con las rojiblancas-, que afrontaron el choque con novedades llamativas. Salía Franssi del once y de la convocatoria tras haber sufrido una conmoción cerebral en el entrenamiento del sábado y tampoco jugaban de inicio Jensen y Vanegas, la futbolistas que más minutos ha disputado esta temporada. Tejada, sin minutos desde hace un mes, Gema y Mirari, autora del gol en Buñol la semana anterior, ocuparon sus vacantes. Y aunque el Athletic, tal y como reclamaba su entrenadora la víspera, saltó al césped con ganas de hacer daño pronto, las piezas encajaron y al equipo local le llevó muy poquitos minutos hacerse con el balón y aplacar los ánimos de un rival que, desde un centro peligroso de Eunate nada más arrancar el choque hasta el descanso, no volvió a acercarse a Lete con peligro.

Tampoco lo hizo en exceso la Real pero sí lo suficiente para adelantarse en el marcador. En el minuto once, Unzue derribaba a Amaiur en el área y Eizagirre, con la sangre rozando el punto de congelación, ajustaba el penalti al palo para colocar el 1-0 en el marcador. Se sintieron cómodas en ventaja las futbolistas de Natalia Arroyo, que impidieron que pasase nada en su área hasta el descanso aunque también estuvieron lejos de sentenciar a un rival que no perdió los nervios, consciente de que su desventaja era mínima, y prefirió esperar su oportunidad sin correr demasiados riesgos.

Llegó en el segundo tiempo, mucho más animado que el primero. Las rojiblancas regresaron de vestuarios con novedades -Paula Arana y Amezaga por Peke y Nekane- que les sentaron bien. En el primer balón que tocó, la de Zalla forzó un córner para su equipo, al que la chispa le duró ahora más que en la primera parte. Y que fue lo suficientemente efectivo para no desesperarse dejando pasar oportunidades. En el 49, Lete despejó un balón colgado al área pero sus compañeras no pudieron acabar de alejarlo, Azkona logró bajarlo y Landaluze soltó un chutazo a la media vuelta desde el semicírculo que voló, primero al palo y luego al interior de la portería, para restablecer el empate.

El gol le sentó mejor al Athletic que, sin ocasiones realmente claras, se veía más cerca del segundo que su anfitrión. Arroyo refrescó el equipo y, como había sucedido antes con su rival, la Real lo agradeció. Nada más entrar al campo, Bernabé forzó el primer córner txuriurdin de la segunda parte, sus compañeras se contagiaron de su brío y el encuentro se abrió.

Las dos ocasiones más claras, con todo, fueron para un Athletic, que fue apretando más conforme se acercaba el final. Tuvo Azkona el triunfo en sus botas con la oportunidad más clara de todo el partido exceptuando el penalti; un balón largo que controló la navarra para sortear la salida de Lete pero que, con las zagueras locales llegando, Azkona se precipitó al rematar hacia la portería vacía para acabar viendo cómo la pelota salía cerca del palo. En el último suspiro, la guardameta evitó que el remate de Paula Arana en el segundo palo rompiera el equilibrio.

PARÓN

La Liga, tras el parón de la próxima semana, regresará el 15 de abril para afrontar las seis últimas jornadas, que las donostiarras encaran buscando motivación y Athletic y Alavés, la permanencia.

1ª RFEF

El ascenso es lo que buscan Eibar y Osasuna aunque en días como el de ayer no lo parezca. Las armeras rescataron un punto ante el Albacete (1-1) y el equipo rojillo cayó ante el colista Juan Grande (3-4). Dentro de lo malo, las consecuencias fueron mínimas porque los dos duelos directos de caveza se saldaron con empate, con lo que el Eibar se mantiene en ascenso directo con Osasuna a dos puntos.