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WASHINGTON

EEUU vuelve a desafiar a China con la visita de la presidenta taiwanesa

La tensión entre Pekín y Washington sigue en aumento con el enésimo desafío en torno a Taiwán. La visita a EEUU de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, y su reunión con el líder de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, provocaron a Pekín, que anunció «represalias». A la vez, la OTAN lanzó nuevas amenazas sobre China que la UE intenta equilibrar con vías de diálogo.

Tsai Ing-wen, con el líder de la Cámara de Representantes de EEUU, Kevin McCarthy.
Tsai Ing-wen, con el líder de la Cámara de Representantes de EEUU, Kevin McCarthy. (Frederic J.BROWN | AFP)

EEUU elevó su desafío a China con la visita de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, que incluyó un encuentro con el líder de la Cámara de Representantes estadounidense, Kevin McCarthy, durante la escala de la mandataria en California. A pesar de las advertencias de China, Tsai llegó a Los Ángeles el martes después de su gira diplomática por Centroamérica y se reunió con varios congresistas en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan.

Pekín, que en las últimas semanas ya había multiplicado sus advertencias, prometió «tomar represalias» manifestando su firme oposición a cualquier forma de contacto oficial entre las autoridades de EEUU y Taiwán por transgredir gravemente el principio de «una sola China».

En una última advertencia, el ministro de Asuntos Exteriores recordó que China está dispuesta a «defender con firmeza su soberanía nacional e integridad territorial».

Consciente de la provocación, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, trató de minimizar la visita y pidió a China que no utilice «el tránsito» de Tsai por territorio estadounidense como «excusa para tomar medidas que aumenten la tensión». Añadió que «estos tránsitos de autoridades taiwanesas de alto nivel no son nada nuevo» y llevan años produciéndose a nivel oficial o privado, y aseguró que EEUU mantiene «inalterable» su política sobre Taiwán, que incluye su adhesión al principio de «una sola China». En agosto pasado, Tsai recibió en Taiwán a la demócrata Nancy Pelosi, antecesora de McCarthy, lo que elevó la tensión y provocó la ira de Pekín, que llevó a cabo ejercicios militares alrededor de la isla a una escala sin precedentes desde mediados de la década de 1990.

Por su parte, la presidenta taiwanesa busca demostrar que Pekín no ha logrado aislar diplomáticamente a Taiwán visitando algunos de los países que aún la reconocen.

El reto de EEUU es simultáneo a la presión de la OTAN, que ayer volvió a denunciar «el alineamiento creciente» de China con Rusia y su apoyo a la economía rusa, que permite a Moscú compensar las consecuencias de las sanciones occidentales, así como sus actividades militares conjuntas.

Su secretario general, Jens Stoltenberg, amenazó con «graves consecuencias» a China si suministra ayuda militar letal a Moscú.

Macron confía en el papel de Pekín

El presidente francés, Emmanuel Macron, comenzó su visita de Estado de tres días a China defendiendo que el gigante asiático puede desempeñar «un papel importante» en la guerra de Ucrania habida cuenta de las relaciones políticas que mantiene con el Gobierno de Rusia. Macron viajó a Pekín acompañado de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Ambos se reunirán hoy con el presidente de China, Xi Jinping, en un desembarco diplomático europeo que busca encajar la presión paralela a la de EEUU con el mantenimiento de los puentes de diálogo y la relaciones comerciales con China. Aunque Macron no se mostró totalmente de acuerdo con el plan de paz de Pekín, saludó la voluntad de las autoridades chinas para implicarse en la resolución del conflicto y dijo esperar «que pueda participar en iniciativas que sean útiles para la población ucraniana».GARA