Eibar y Levante se reparten los puntos en un bonito duelo de aspirantes

Los granotas se adelantaron con un autogol de Arbilla pero Stoichov empató de inmediato. Después, el Eibar tuvo más ambición pero le faltó acierto.

Bonito match-ball en Ipurua, saldado con un empate que, en principio, favorece al Eibar. Mantiene el liderato y su ventaja sobre el Levante y, como mínimo, la aumenta con el Granada. Un alivio porque el equipo visitante se adelantó pero también una pena porque después de que, solo cuatro minutos después, Stoichkov restableciera el empate, el Eibar se mostró más ambicioso que su rival.

No es injusto, en cualquier caso, un marcador que premia mínimamente el gran esfuerzo que realizaron dos rivales que afrontaron el choque en precario por la gran cantidad de bajas que se les acumularon. En el caso del Eibar, se saldaron con la primera titularidad de Lasure, con la papeleta de defender a De Frutos, que apenas le superó un par de veces. Además, Sergio y Arbilla se emparejaron en esta ocasión en el centro de la defensa. Por parte visitante, la principal novedad radicó en el debut de Femenías bajo palos tras la lesión que ha dejado fuera de combate a Dani Cárdenas para lo que resta de temporada.

Ambos equipos renunciaron al papel de víctimas y, sin especulaciones, quisieron ganar un partido que en sus primeros minutos fue un toma y daca. Buscaba el Levante a Luca y respondía de forma más clara el Eibar, con el Stoichkov más entonado y participativo de las últimas semanas, de forma más clara. Pero a Rahmani y Tejero se les escapó el gol por encímetros y el marcador llegó empatado al descanso.

El Levante volvió mejor de vestuarios pero necesitó, justo después de que Rahmani volviera a rozar el gol, que Arbilla enviara el balón a su propia portería para adelantarse. Reaccionó con rabia el Eibar y, por suerte, le valió para empatar antes de que su rival se acomodase con la ventaja. La presión de Bautista y Stoichkov acabó provocando que el gaditano le robara la pelota a Rober Pier en el área y batiera a Femenías por bajo.

Se crecieron con el empate los armeros, más ambiciosos que su rival en la última media hora aunque el cansancio acumulado en ambos bandos abriera la puerta a que sucediera cualquier cosa. Faltó acierto para resolver y se acabaron estrechando las manos por el empate.