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OSASUNA

Ni las rotaciones rojillas impiden el idilio tradicional con el estadio cadista

Un zambombazo con la zurda de Rubén García en el minuto 62 permitió a la escuadra navarra traerse los tres puntos del estadio andaluz, con un equipo completamente renovado respecto al Betis y una importante presencia de canteranos en el once rojillo.

Iker Muñoz, que debutó como titular, pelea por un balón con Bongonda. (Paco MARTIN | LOF)

Osasuna reeditó su idilio anual con el estadio cadista. Con la de ayer, ya son siete las victorias en las últimas diez visitas a la ciudad andaluza. Y esta vez lo logró con un once muy joven e importante presencia de Tajonar, debutando como titular Iker Muñoz.

La escuadra navarra tiene fondo de armario y lo está demostrando en un momento que necesita dosificar, a la espera de disputar la final copera, un partido para el que queda la duda de Chimmy Ávila que se resintió en el calentamiento, una mala noticia junto a la absurda autoexpulsión de Abde.

Los rojillos se encuentran en un momento dulce, en el que les sale todo: solidez atrás, pegada adelante y un poso de equipo que sabe a lo que juega, independientemente de quien salte de inicio. Todo fluye, fruto de un bloque que se ha ido moldeando con el paso del tiempo y a fuerza de vivir experiencias de todo tipo.

ESTOCADA DE RUBÉN

Ese saber estar quedó patente ante un adversario acuciado por la clasificación, como es el Cádiz, al que le ocurre justamente lo contrario. No sin sufrir en contras y estrategia -en balones aéreos hasta que salieron Aridane y David García-, Osasuna jugó con la necesidad local hasta que le dio la estocada Rubén García a falta de media hora.

Los de Arrasate llegan en inmejorable disposición al derbi, pugnando por estar lo más arriba posible de la tabla y afinando el estado de forma para la cita del 6 de mayo.