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Muere un preso de la Yihad Islámica tras 86 días en huelga de hambre

Jader Adnan, dirigente de la Yihad Islámica, murió en una cárcel israelí después de 86 días en huelga de hambre y tras la negativa de Israel a hospitalizarlo pese a la advertencia médica sobre su estado. Su muerte pone el foco en la situación de los presos palestinos y la figura de la detención administrativa, y vuelve a prender la violencia en Gaza.

Un mural en Gaza recuerda la huelga de hambre de Adnan. (Mohamed ABED | AFP)

Jader Adnan, líder en Cisjordania de la Yihad Islámica y preso histórico palestino, murió ayer después de 86 días de huelga de hambre en la prisión de Nitzan, donde lo encontraron inconsciente en su celda. Adnan, de 44 años, era portavoz de los presos palestinos en las cárceles israelíes y se encontraba detenido bajo el régimen de detención administrativa, que vuelve a quedar en evidencia con su muerte.

Esta práctica israelí permite el arresto sin cargos ni juicio por intervalos renovables, que suelen oscilar entre tres y seis meses, sobre la base de pruebas no reveladas, que ni siquiera el abogado del detenido puede ver. De los casi 5.000 palestinos presos en cárceles israelíes, más de 1.000 se encuentran actualmente bajo detención administrativa, es decir sin cargos ni juicio.

«Responsabilizamos al enemigo Israel por el crimen del asesinato del mártir Jader Adnan, y pagará el precio de este crimen y de todos sus crímenes contra nuestros prisioneros y nuestro pueblo», advirtió Mohamed al Hindi, miembro del comité político de la Yihad Islámica Palestina en Gaza. «Jader Adnan ha elegido la huelga de hambre como último recurso, una forma no violenta de protestar contra la opresión a la que él y su pueblo están sometidos», añadió la organización.

La Autoridad Palestina también hizo a Israel «totalmente responsable» del fallecimiento de Adnan y llevará el caso ante la Corte Penal Internacional por la negativa de las autoridades israelíes a liberarlo a pesar de que la organización Médicos por los Derechos Humanos de Israel (PHRI ) ya había advertido de que Adnan afrontaba «una muerte inminente» y debía ser «trasladado urgentemente a un hospital para su observación médica». Un tribunal de distrito israelí rechazó dos peticiones de traslado a un hospital. Solo lo llevaron ayer, para certificar su muerte.

El palestino había presentado tres condiciones para someterse a exámenes médicos en la prisión: permitir que su familia lo visitara, estar acompañado por un médico del PHRI y que su información médica no se compartiera con las autoridades israelíes.

DISPAROS DESDE Y CONTRA GAZA

En su casa en Arraba, en el norte de Cisjordania, su esposa, Randa Moussa, mostró «orgullo» tras el fallecimiento. «No queremos que se derrame una gota de sangre, no queremos que nadie responda al martirio, no queremos que nadie dispare cohetes y golpee Gaza», añadió.

Pero poco después de conocerse la muerte de Adnan, desde Gaza se lanzaron tres cohetes hacia Israel que cayeron en áreas abiertas despobladas, según el Ejército. A su vez, tanques israelíes dispararon hacia Gaza, desde donde replicaron más de veinte cohetes, causando un herido grave y tres leves en la ciudad israelí de Sderot.

Los grupos armados de Gaza presentaron estos disparos como «una primera respuesta» a la muerte de Adnan.

En varias localidades de Cisjordania se llevaron a cabo protestas y los comerciantes cerraron sus tiendas respondiendo a una huelga general. El Gobierno iraní calificó de «crimen contra la humanidad» la muerte del preso y Hizbulah dio su «apoyo total a las acciones de respuesta de los grupos de resistencia».



Dos décadas de detenciones y huelgas de hambre

Considerado un símbolo de la resistencia, Jader Adnan fue encarcelado al menos doce veces desde 2004 y llevó a cabo cinco huelgas de hambre. Nacido en 1978 en Arraba, en el norte de Cisjordania, fue una figura destacada en el movimiento Yihad Islámica, al que se unió cuando estudiaba matemáticas en la Universidad de Bir Zeit en la década de 1970. Abrió una panadería y fue detenido por primera vez en 1999. En 2011 fue arrestado durante 18 días y torturado. Se convirtió en un héroe tras 66 días de huelga de hambre contra su detención administrativa en 2012, protesta que repitió durante 56 días (2015) y 58 (2018). Otros presos en huelga de hambre han sucumbido a la alimentación forzada, pero, según la Sociedad de Presos Palestinos, él es el primero en morir por tal acción. La Autoridad Palestina también lo detuvo en 2000 por una protesta contra el primer ministro francés, Lionel Jospin. GARA