Imanol INTZIARTE
ENCUENTRO EN TABAKALERA

«Talento y negocio», el BCC presume de sus «alumni»

Basque Culinary Center celebró ayer un acto en el que antiguos alumnos y alumnas expusieron sus proyectos e iniciativas tras pasar por las aulas. Más de doscientas personas que residen y trabajan en Gipuzkoa, más de la mitad de las cuales proceden de fuera. El director del BCC, Joxe Mari Aizaga, presumió del efecto tractor de su universidad.

Una de las mesas redondas celebradas por el BCC en Tabakalera.
Una de las mesas redondas celebradas por el BCC en Tabakalera. (Jon URBE | FOKU)

En sus más de diez años de vida, centenares de personas han pasado por las aulas del Basque Culinary Center (BCC). Aunque desde fuera se pueda tener la imagen de que es una universidad para aprender a cocinar a alto nivel, lo cierto es que su oferta educativa va mucho más allá.

Se pudo comprobar ayer en Tabakalera, donde se dieron cita para «generar un momento de conexión» exalumnos y exalumnas que desarrollan su carrera en Gipuzkoa, en palabras de Joxe Mari Aizega, director del BCC.

Aizega explicó que «hace unos meses empezamos a pensar que sería bonito organizar un encuentro de ‘alumni’ -término latino que se usa para los antiguos estudiantes-, somos una comunidad que comparte un espíritu».

En su presentación expuso varios datos, como que hay 212 egresados (63%) y egresadas (37%) que trabajan en este herrialde, de los cuales más de la mitad «vinieron de fuera pero decidieron establecer aquí su campo base». En total, hay «14 nacionalidades diferentes».

De estas personas, «un 65% trabaja en hospitalidad», término utilizado por Aizega en lugar de hostelería. Además, un 20% ha tomado el camino del emprendizaje, iniciando su propio proyecto.

Precisamente ese fue el tema abordado en la primera de las cuatro breves mesas redondas celebradas. Con Javi Rivero -del restaurante AMA de Tolosa- como moderador, subieron al estrado Sebastián Pincheira, del Kai Sushi de Donostia; Luisa Rubio, del Gure Basque Bistro, también en la capital; y Valerie Maza, de la pizzeria 115 Sagar ore Ama de Astigarraga.

«OCÉANO» EN JAPONÉS, «PUERTO» EN EUSKARA

Rivero interpeló a estas tres personas sobre sus inicios. El chef Pincheira, chileno, rompió el hielo comentando que siempre tuvo la idea de montar un negocio y que le atrajo la cocina japonesa «por su disciplina y rigurosidad, a pesar de que por nacionalidad no me corresponde», bromeó señalando su rostro moreno.

Después de trabajar en diversos países aterrizó en el BCC para estudiar un máster, y aunque luego pasó por Andalucía y Catalunya regresó a Donostia, donde la cocina nipona «está bien valorada». «Quería que mis hijos crecieran aquí, la ciudad me ha acogido de una forma muy buena, se vive increíblemente …», añadió. Su local, en el centro de la ciudad, se llama Kai, en japonés “océano” y en euskara “puerto”. La andaluza Luisa Rubio se encarga de la parte administrativa y financiera, y su compañero Markel Sanz es el maestro de los fogones. Se conocieron en un máster de gestión de restaurantes y desde entonces forman equipo. Abrieron primero un local en Antzuola antes de dar el salto a la Parte Vieja de Donostia con Gure Basque Bistro. «Se trataba de hacer las cosas a nuestra manera», indicó.

En 115 Sagar ore Ama ella, Valerie Maza, se encarga de la gerencia, mientras su pareja cocina. Abrieron en 2021 en Astigarraga, un entorno célebre por las sidrerías en el que «no había ningún local así, a pesar de ser una de las localidades con mayor índice de crecimiento».

Preguntados por lo mejor y lo peor de su negocio, Pincheira destacó que «lo más dificil es tomar tus propias decisiones. Para lo bueno y para lo malo todo es mi responsabilidad». Rubio coincidió en que «lo mejor es la independencia. Tú decides cuándo cierras, cuándo abres, si cambias la carta…». Para Maza lo peor es «la conciliación familiar», ya que la pareja tiene dos hijos de cinco años y ocho meses. Otro problema es logístico y lo mejor «la satisfacción de los vecinos de Asti».

Las charlas ese fueron sucediendo, abordando diferentes temas con antiguos estudiantes del Basque Culinary Center como protagonistas. Es por ello que Joxe Mari Aizega presumió del papel de este centro universitario como captador de talento y generador de negocio para Gipuzkoa