Joseba ITURRIA
REAL

Un equipo que compite y gana como los más grandes

La Real confirmó su capacidad para jugar dos partidos a la semana al cerrar con diez puntos el bloque de cuatro jugados en once días que casi garantizan el billete para la Champions que Anoeta ya celebró.

Take Kubo celebra el gol que permitió a la Real jugar con el marcador a favor.
Take Kubo celebra el gol que permitió a la Real jugar con el marcador a favor. (Andoni CANELLADA | FOKU)

Anoeta empezó a celebrar ayer la clasificación para la Champions League al cerrar su equipo con una victoria ante el Real Madrid un bloque de cuatro partidos en once días saldados con diez puntos y un solo gol encajado, lo que le permite aventajar en ocho al Villarreal, que hoy visita al Valencia, y en doce al Betis, que juega el jueves en San Mamés, a falta de otras cinco jornadas.

La Real compite y gana como los grandes, al aprovechar Kubo un error de Militao para jugar con el marcador a favor con la maestría que lo ha hecho toda la temporada. Ha ganado diecisiete de los veinte partidos en los que se ha puesto por delante y empató los otros tres. El de ayer con una ambición que se vio en los últimos minutos, en los que no se conformó con la ventaja ante un Madrid con diez. Buscó el segundo gol hasta que lo marcó Barrenetxea para culminar la fiesta en Anoeta, que se rindió ante Zubeldia cuando salió lesionado, única nota negativa, y volvió a rogar a David Silva que siga una temporada más al ser sustituido.

La Real aprovechó que, ante la cercanía de la final de Copa, el Real Madrid llegó a Anoeta, sin Benzema, que se sumó a las bajas de Vinicius, Modric, Camavinga, Alaba y Mendy, y tampoco alineó a Valverde, lo que llevó a Ancelotti a jugar con Mariano como delantero y a acabar con dos del filial. Imanol tuvo a todos sus jugadores disponibles e introdujo cuatro cambios con el once que ganó en El Sadar, con la vuelta de Gorosabel al lateral derecho y Kubo, Sorloth y Oyarzabal en las posiciones adelantadas.

BUENA REACCIÓN

A pesar de las ausencias, el Madrid comenzó mejor con dos buenos remates de Tchouameni y Militao despejados por Remiro, a los que respondió la Real con otras dos opciones muy claras en un remate de Zubimendi muy cerca de la portería al larguero tras un saque de esquina de Kubo y en un disparo de David Silva a pase de Sorloth que Courtois desvió con el pie.

La Real también pudo adelantarse en un penalti claro de MIlitao a Oyarzabal que ni Pulido Santana ni Iglesias Villanueva desde el VAR quisieron sancionar, con una continuidad de jugada que se saldó además con una tarjeta de Gorosabel en una falta que propició otra clara opción de Militao, que cabeceó fuera.

La buena presión de la Real tuvo premio en el inicio del segundo tiempo al aprovechar Kubo por su insistencia ante Courtois un error de Militao, presionado por Sorloth, para marcar y permitir a su equipo jugar como más le gusta, con el marcador a favor.

Además Carvajal vio dos tarjetas amarillas para terminar de inclinar el partido a favor de la Real. Eso llevó a Imanol a dar entrada a Aritz para evitar que el árbitro tuviera la tentación de compensar la expulsión y con un gol y un jugador más la Real manejo bien el partido y tuvo opciones para ampliar su ventaja hasta que lo consiguió Barrenetxea.